lunes, 4 de mayo de 2015

PERO....¿QUÉ PASO, EN REALIDAD, EN JALISCO?

Como usted, seguramente, está enterado por los diferentes medios, durante la mañana y tarde del pasado viernes, Jalisco registró una ola de violencia que ha dejado como saldo un helicóptero militar derribado, arterias y salidas de Guadalajara y Puerto Vallarta bloqueadas por camiones en llamas, 16 gasolineras incendiadas, siete personas fallecidas, 15 heridas y 15 detenidas. Pero….¿Qué pasó, en realidad, en Jalisco?
El comercio y tránsito se paralizó en al menos 20 municipios del estado y diversos bloqueos, planeados con antelación, fueron colocados estratégicamente en las salidas de las ciudades.
Estos hechos coinciden con la implementación de la “Operación Jalisco”, un plan del gobierno federal para atacar al crimen organizado en aquel estado y en Colima que contempla un fortalecimiento de la Secretaría de la Defensa y de la Marina, así como de la policía federal y del Cisen en ambas entidades.
El viernes, temprano en la mañana, el gobernador de la entidad, Aristóteles Sandoval, anunció la entrada en vigor de la estrategia (Operación Jalisco), al tiempo que se anunciaba la detención de 10 miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.
A partir de ahí, el crimen organizado inició, como respuesta a la Operación Jalisco, una escalada de violencia nunca antes vista en la Perla de Occidente con los resultados referidos al inicio de esta columna. Pero para comprender el contexto de estos hechos, sus implicaciones y su relación con otros más registrados recientemente en el país, hoy en EL AJUSTE, le voy a presentar la entrevista realizada por Plumas Atómicas al Dr. Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, organización civil que vigila y analiza de cerca los fenómenos relacionados con seguridad, justicia y legalidad en el país.

1. Plumas Atómicas: ¿Qué nos puede decir sobre los antecedentes de los hechos ocurridos esta mañana en Jalisco?
Francisco Rivas: Como vimos ayer, se lanzó el mensaje de que el gobierno de Jalisco, en coordinación con el gobierno federal, pondría en marcha un operativo para disminuir el número de delitos y la presencia criminal en la entidad. Este es el antecedente directo. Sin embargo, previo a todo esto hay un aumento en el número de delitos cometidos contra servidores  públicos, que demuestra el poder que ha adquirido el Cártel de Jalisco Nueva Generación.
2. PA: ¿Cuáles son los motivos que desataron los hechos violentos registrados hoy y cuál es su relación con la “Operación Jalisco” que a partir del día de ayer comenzó a implementar el gobierno mexicano?
FR: Indudablemente lo que estamos viendo es un desafío al Estado Mexicano. Puede que los hechos estén directamente conectados con una forma de respuesta para manifestar que el poder no está siendo ejercido por la autoridad establecida sino por los criminales.
En el último año, nosotros [el Observatorio Nacional Ciudadano] hemos venido avisando que Jalisco sufre una descomposición. No en términos del número de incidencia delictiva reportada, pues como demuestran nuestros reportes, el estado no ha mostrado un alza significativa en el número de delitos de alto impacto. Sin embargo, lo que sí podemos ver es que las características violentas de los delitos han ido aumentando de una manera que sí es significativa. Matan a jefes de policía, a elementos de seguridad, a diputados y altos servidores públicos, lo que nos habla de un abierto desafío al Estado que tenemos que frenar de alguna manera.
3. PA: ¿Qué puede decir sobre las respuestas que han dado el gobierno de Jalisco y el federal?
FR: Este evento agarró a las autoridades “con los dedos en la puerta”, es decir, las tomó por sorpresa. Claramente no esperaban esta respuesta tan contundente de la criminalidad, esta acción, hay que decirlo, tan bien organizada por parte de los delincuentes. El número de bloqueos es impresionante, el que hayan derribado un helicóptero es impactante.
El Estado mexicano debe dar una respuesta que vaya mucho más allá de lo que ha ofrecido hasta este momento en conferencia el gobernador de Jalisco. Debe organizarse para que, liderados por el gobernador, los tres órdenes de gobierno presenten una respuesta en conjunto.
Lo que hoy les falló fue la inteligencia, porque no pudieron prever que iba a suceder todo esto. Necesitamos que en un futuro se ponga mucha más atención a la información para detectar lo que se está gestando y dónde están los focos de atención. El objetivo número uno que deben tener la autoridades es garantizar la vida de los ciudadanos.
4. PA: ¿Hay una relación entre los hechos de hoy en Jalisco y los registrados recientemente en Reynosa?
FR: No creo, no me parece que pueda establecerse una relación directa. Podríamos decir, por otro lado, que lo que hay de común entre los dos hechos es que tenemos un Estado mexicano que nuevamente tiene que enfrentar este tipo de desafíos que se habían presentado principalmente en la administración pasada.
Recordemos que durante el sexenio pasado hechos así se vivieron, no en una, sino en varias ocasiones. Si hoy vuelven a presentarse es porque, a raíz de este ejercicio que hace el gobierno de combatir a la delincuencia organizada, ha habido un reajuste del poderío de los cárteles. Hoy, el Cártel de Jalisco Nueva Generación asume una nueva fuerza y manda un mensaje sobre su poder en el control de la zona, como han hecho Los Zetas y otros grupos en Tamaulipas.
5. PA: Si estos hechos son un desafío al Estado mexicano, ¿cómo luce la estrategia de Seguridad que anunciara el presidente Peña Nieto?
FR: Desafortunadamente, lo que hemos visto en cuanto a la manera en la que el Estado mexicano está dando respuesta a la problemática de seguridad no es plenamente efectivo. Principalmente se repite algo que ya vimos como una falla estructural desde el sexenio pasado. Se “echa la carne al asadero” por la federación y poco se hace por fortalecer las entidades.
El modelo normativo que se viene presentando este sexenio en materia de seguridad es el de la estrategia implementada en Michoacán, que tiene claroscuros importantes y que nosotros, como sociedad civil y desde el Observatorio Nacional Ciudadano calificamos como negativa, pues viola el estado de derecho, viola la norma y manda la señal de que el gobierno está dispuesto a romper las normas cuando le conviene. No podemos repetir el ejercicio de Michoacán, pero éste parece ir en la misma línea: la de no integrar a la autoridades locales.
El gobernador institucional del estado fue elegido para proveer seguridad a los ciudadanos y, si no puede con ese papel, debe asumir las consecuencias. Por supuesto, debe haber cooperación con la Federación y sus instituciones, pero el liderazgo se debe llevar desde los estados.
PA: ¿Hablamos de un centralismo en la estrategia de seguridad que causa insuficiencia?
FR: Justamente eso es lo que hemos visto, al menos en los últimos ocho años.
6. PA: ¿Cuáles son la actividades del Cártel de Jalisco Nueva Generación?, ¿es el narcotráfico el problema?
FR: Indudablemente, entre los problemas se cuenta el narcotráfico. Desafortunadamente, los grupos delincuenciales se han vuelto más amplios en la acción, sobre todo a raíz de que los Estados Unidos han blindado con mayor fuerza sus fronteras, frustrando el tráfico de drogas hacia ese país. Esto ha hecho que lo que estábamos acostumbrados a pensar como “los cárteles de la droga” cambien hacia la distribución local, a mantener redes de narcomenudeo, pero también a la comisión de otros delitos como la extorsión, el secuestro, el robo de combustibles, el robo de energía, etc.
7. PA: ¿Qué podemos esperar en el corto plazo por parte de la autoridad?
FR: Es difícil señalar lo que podemos esperar. Sin embargo, lo que debemos esperar es una respuesta contundente a la que se sumen todos los actores sociales. Cabe también un llamado a la sociedad civil a crear un frente común con el Estado mexicano, porque esto nos afecta a todos. No por no estar en Jalisco, por dedicarnos a otra actividad o por tener la sensación de que no nos encontramos en estos contextos podemos sentirnos ajenos a lo que viven nuestros hermanos en Jalisco, en Tamaulipas, en Michoacán, en Veracruz,  en Tabasco o en Sinaloa. Es importante que reconozcamos que estos problemas de seguridad son de todos los mexicanos.
8. PA: ¿Hay una relación entre estos hechos y el proceso electoral?
FR: No creo que esté directamente conectado, pero no podemos descartarlo. Debemos tener mucho cuidado de que no se usen los procesos para establecer un juego electorero, para regatear la seguridad. Debemos ser muy claros y exigir que no se use lo que haga el Estado mexicano frente a estos grupos como moneda de campaña.
9. PA: ¿Hay propuestas de los candidatos en torno a los problemas de seguridad?
FR: Lamentablemente, el tema de seguridad siempre es dejado en la más amplia vaguedad por parte de los candidatos. No he visto una sola propuesta contundente o relevante de ninguno de ellos en materia de seguridad.
10. PA: ¿Qué puede decir a los lectores y a la ciudadanía en general?
FR: Que es importante que se tenga en consideración que toda vez que los ciudadanos no respetamos e infringimos la norma o realizamos alguna actividad que pueda estar relacionada con un grupo criminal, como la compra de un producto pirata, estamos abriendo la puerta a situaciones como las que vive Jalisco en este momento. Los ciudadanos somos responsables, ésta no es sólo una tarea del gobierno, sino de todos.

***
Para que usted tenga un panorama más amplio y claro, le cuento que el Cártel Jalisco Nueva Generación es una organización criminal en expansión que demostró, como arriba mencionamos, su fuerza en los ataques y bloqueos del viernes en Jalisco y entidades aledañas, los cuales incluyeron el derribo de un helicóptero militar y se cobraron 7 vidas, y cuyo enfrentamiento con el gobierno federal podría conllevar un aumento de la violencia, indicaron analistas.
El estado de Jalisco amaneció el sábado en relativa calma después de una violenta jornada que incluyó bloqueos de carreteras, incendios de autobuses, otros vehículos, bancos y gasolineras, así como acciones en 25 municipios jaliscienses y de los vecinos estados de Michoacán, Guanajuato y Colima. Un total de 19 personas fueron detenidas.
Las autoridades se mantenían en estado de alerta, "código rojo", y en Guadalajara podían apreciarse más patrullajes de las fuerzas de seguridad y menos gente en las calles de lo que sería habitual para un sábado posterior a un día feriado.
Además, la Universidad de Guadalajara decidió suspender las clases y en un comunicado pidió a sus escuelas reforzar la vigilancia y la seguridad de las instalaciones.
Por la tarde, la fiscalía de Jalisco, a través de su cuenta oficial en Twitter, confirmó un nuevo acto violento en Puerto Vallarta, la quema de dos vehículos y un negocio, pero pidió a la población mantener la calma porque todavía no se ha confirmado que se trate de acciones del crimen organizado.
En otros estados de México, cárteles de las drogas han realizado bloqueos y ataques contra autoridades, pero no se tenía registro hasta ahora de acciones en tantos lugares de manera simultánea como los vividos el viernes.
El consulado de Estados Unidos en Guadalajara, que pidió a sus ciudadanos permanecer en sus casas u hoteles, advertía en su cibersitio el sábado que los enfrentamientos entre autoridades mexicanas y grupos criminales "pueden continuar", aunque señalaba que la situación ya estaba "bajo control".
Luis Carlos Nájera, fiscal de Jalisco, tampoco descartó más violencia. "Si siguen los operativos puede volver a pasar algo similar", afirmó el sábado, y agregó que pese a los ataques "los militares seguirán trabajando".
Expertos consultados por The Associated Press coinciden en que esta tranquilidad puede romperse en cualquier momento porque Jalisco Nueva Generación es un grupo que se ha fortalecido en los últimos años, mientras grupos rivales como Los Caballeros Templarios y Los Zetas eran debilitados, y también porque el gobierno ha afirmado que habrá acciones contundentes contra ellos y por la cercanía de las elecciones locales, previstas para junio.
Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia y director en México del Instituto de Acción Ciudadana, aseguró que el cártel está "en expansión" e intenta aprovechar la coyuntura electoral para "colocar a candidatos afines y para ampliar las redes de apoyo empresarial", con el fin de consolidar una red de complicidades políticas y económicas que garanticen la impunidad de sus negocios criminales.
Esta violencia política se ha dejado notar en las últimas semanas en Michoacán y en Guerrero, donde varios candidatos a puestos locales han sido amenazados y el viernes incluso fue asesinado un aspirante a alcalde de un municipio guerrerense.

José Reveles, autor de varios libros sobre narcotráfico, asegura que el líder de Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", es uno de los capos más ricos del momento, que trafica con droga hacia Europa, Asia, Australia y Sudáfrica. Reveles también subraya que el hecho de que el Departamento del Tesoro incluyera a Oseguera y al líder de los “Cuinis”, un grupo afín, en su lista negra en abril pone de manifiesto su creciente importancia y la necesidad del gobierno mexicano de actuar contra ellos.
Esta urgencia se intensificó tras la emboscada del mes de marzo en la que este grupo mató a 15 policías estatales en lo que fue el peor ataque contra fuerzas de seguridad en la historia reciente de México.
Desde fines de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que Jalisco era considerado uno de los estados más conflictivos en materia de seguridad, junto con Tamaulipas, Guerrero y Michoacán, pero su "error", según Reveles, fue anunciar la puesta en marcha del "Operativo Jalisco" porque "los narcos se adelantaron".

Ahora, si hay un nuevo despliegue de fuerzas federales, como parece intuirse tras las declaraciones de todas las autoridades el viernes,
"todo apunta a que la violencia crecerá porque desde los años 80 no había un cártel con tanta fuerza en el estado", agrega el experto.
Jalisco Nueva Generación operaba al principio como una facción de Ignacio "Nacho" Coronel, uno de los líderes del cártel de Sinaloa que murió en julio de 2010 en una operación federal. Pero poco a poco cobró autonomía y ahora parece actuar por cuenta propia aunque mantenga acuerdos puntuales con el cártel de Sinaloa.
Ante esta situación, Buscaglia critica que Peña Nieto haya mantenido la misma política de su antecesor, Felipe Calderón, de despliegue de fuerzas federales pero sin realizar acciones de desmantelamiento patrimonial o de lucha contra la corrupción política, las únicas que pueden llegar a minar realmente a un grupo criminal.
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Tal vez usted, como muchos, pensará ¿y dónde están los servicios de “inteligencia” del Ejército, Marina y de la llamada  Seguridad Nacional? Porque es claro que para preparar una escalada de violencia como la realizada en Jalisco y que afectó también a Guanajuato, Michoacán y Colima se requirió de, mínimo, dos semanas que les pasaron de noche a las fuerzas armadas de este país.
Sería muy grave y preocupante que tanto el Ejército como la Marina, que han demostrado su lealtad a la patria en diferentes ocasiones, estuvieran infiltrados por los malosos y si no le están pues entonces debemos reclamarles más atención en este asunto que es, verdaderamente, importante porque están en juego la vida, tranquilidad y bienes de gente inocente que nada tiene que ver con los asuntos de la mafia. ¿No le parece?
Así las cosas mejor aquí le paramos, nos vemos mañana hora y lugar de costumbre cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS mientras tanto siga usted disfrutando del puentazo.    


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