Apenas anteayer martes, comentábamos con usted, que nos hace el favor de leernos, de los estragos que el poder puede llegar a causar en aquellos que no saben controlarlo, hoy y para comprobarlo, tenemos el caso de Ludivina Menchaca.
Resulta ser que, según los asegunes, la senadora Ludivina Menchaca Castellanos ha caído víctima del poder que enloquece, ese que con una sola acción equivocada puede echar todo por la borda, ya que estaría ejerciendo todo su poder para presionar a la diputada y compañera de su verde-ecologista partido, Gabriela Medrano Galindo, para que renuncie a su cargo a fin de que su suplente, curiosamente marido de Ludivina, ocupe el cargo en la XIII Legislatura ya que, por más que le hizo este “bello mancebo”, no pudo afianzar un hueso en el Ayuntamiento Benitojuarense y ahora prueba y comprueba la dureza de la banca. ¿Cómo la ve?
Desde luego que la protesta y la condena no se hicieron esperar y tanto Leslie Berenice Baeza Soto como Yolanda Garmendia, ambas diputadas, recordaron que en Febrero de 2010 en el Congreso de la Unión, 15 legisladoras federales fueron obligadas a renunciar para que sus suplentes, todos hombres, ocuparan sus lugares con lo que dieron lugar a que este caso se conociera como el de “Las Juanitas”. ¿lo recuerda?
Hoy le puedo confirmar que “los buenos oficios” de Ludivina Menchaca Castellanos en favor de Ramón Loy, su “príncipe consuerte”, parece que, por ahora, van rindiendo los frutos esperados y Gabriela Medrano Galindo mete una solicitud de licencia al Congreso del Estado con el banal argumento de la urgente necesidad de ir a estudiar una maestría al extranjero y así lo dijo “Tengo intenciones de estudiar una maestría fuera de México porque quiero continuar con mi superación profesional, pero si el Pleno no me autoriza la licencia continuaré con mis funciones normales porque tengo un compromiso con la ciudadanía”.
Es en este punto donde las preguntas sin respuesta brincan como canguros y es que ¿para qué tanto luchar y hacer campaña por la diputación y a las primeras de cambio mete una licencia si, como dice, tiene un compromiso con la ciudadanía? ¿con qué lana va a pagar Gabriela su maestría en el extranjero? ¿tendrá su “guardadito”? ¿será por “cortesía” de Ludivina? ¿aprobará el Congreso esta licencia cargada de “sospechosismo”? Si usted tiene alguna respuesta ¡pos compártala, no sea gacho!.
Lástima porque la senadora Menchaca se había destacado por su gestión en apoyo para con los que menos tienen y (en este caso su “príncipe consorte” no puede decir que está entre los jodidos) ahora con esta acción seguramente han de bajar sus bonos de simpatía entre la tropa femenil de su verde partido para regocijo de las otras féminas de variopintos partidos políticos. ¿no le parece?.
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Pero eso no es nada ya que la “locura del poder” parece haberse convertido en voraz epidemia y ha logrado colarse hasta la oficina principal del vetusto edificio con vista a la bahía de la capital Chetumal.
Desde el inicio de la actual era “Borgista” usted ha podido enterarse de que los colegas tundemáquinas y fotógrafos miembros de “la perrada” hemos sido víctimas del exceso de “celo profesional” por parte de los miembros del equipo de seguridad de Beto Borge que, a toda costa, tratan de impedir que cumplamos con nuestro sagrado deber de mantenerlo a usted informado llegando, incluso, al grado de no permitir el acceso a algún evento cuando el gobernador ha comenzado a hablar, con el banal argumento de que “hay que estar a tiempo” como si su amo tuviera la costumbre de llegar a tiempo a sus compromisos en los que hemos tenido que esperarlo hasta por hora y media sin que muestre el menor respeto para las personalidades que lo invitan a sus eventos que, por lo visto, no resultan tan importantes, para él, como lo es el viajar a cualquier parte del país para hacer bola en las campañas de sus compañeros de partido que acarician el sueño de llegar a gobernar. Farol de la calle y oscuridad de su casa.
El excesivo aparato de seguridad que incluye entre 20 y 30 guaruras, francotiradores en las azoteas cercanas y las ridículas vallas de postes dorados y cadenas forradas de terciopelo (“ciertopelo”, dirían algunos) rojo parecen ser la ridícula marca “Borgista” del incipiente sexenio.
Las que están que “trinan” son las líderes seccionales de su tricolor partido que añoran el trato que recibían cuando eran “las mujeres” de Félix y que ahora tienen que guardar una sana distancia con aquél que un día llegó a suplicarles su voto y, además, tienen que portar una blusa roja, que tuvieron que comprar cuando debió dárselas su partido, para que el gobernador pueda identificarlas porque, al parecer, ahora que ya tiene la silla, no las reconoce. ¿Qué le parece?
Alguna de estas fieles militantes que, bajo el sol, se rajaron el cuero y que caminaron la legua en la campaña nos comentó que cuando en algún evento pretenden acercarse a Beto para gestionar algún apoyo han llegado a recibir el mensaje de que “no estén chingando, estos son otros tiempos, es un nuevo gobierno y, además, no hay lana”.
“Y tiene razón, son otros tiempos, es un nuevo gobierno, pero eso de que no hay lana para apoyar a los jodidos y pendejos que lo apoyamos en su campaña ¡que se lo crea un chino!, Félix era otra cosa, hubiera o no dinero siempre nos recibía y nos atendía” nos dijo una muy conocida líder. Y yo le concedo razón, ¿usted no?.
-Oye carnalito, yo creo que el que tiene la culpa es el secretario estatal de salud porque no les puso a los políticos del patio, que no saben hacer política, su vacuna contra la enfermedad de las “vacas locas”.
-¿Cómo dices? ¿De qué me hablas? ¿Qué me quieres decir? ¡No te entiendo!
-Uuuuta carnal, deveritas que este mal avanza, tú no eres político y ¡ya te contagiaste!
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana, hora y lugar de costumbre, cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor, tenga usted mucho cuidado no sea que se contagie de “vaca loca” porque entonces sí que ya la….
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