El pasado viernes
pudimos comprobar aquello de que “no hay fecha que no se llegue ni plazo que no
se cumpla” cuando, en un retén carretero a la entrada de Playa del Carmen,
Edith Mendoza Pino, la de un tiempo a esta parte famosa ex-edil de Tulum, fue
detenida por efectivos de la Policía Judicial del Estado y de la Policía
Municipal de Solidaridad.
Desde luego que
“Edithcita” no iba a dejar pasar la oportunidad de hacer su show con gritos,
pataleos y mentadas (no precisamente de menta) contra todos aquellos que, en
cumplimiento de su trabajo y de una orden girada por un juez, le detuvieron,
montaron su camionetota en la plancha de una grúa y le llevaron a la cárcel
municipal de Playa del Carmen para que, por cortesía de todos los playenses que
pagan impuestos, disfrutara de, para ella, un largo fin de semana en chirona
con alimentos incluidos que seguramente rechazó por estar acostumbrada a otra
clase de manjares propios del alto pedorraje que presumía.
No sabemos si se
trató de una premonición, casualidad o la mano del destino pero, para la
ocasión, Edith iba vestida con una playera a rayas y, desde luego, los muy
malosos de siempre, ya ve usted cómo son los muy…, dijeron que en esta ocasión
a la muy fashion Edithcita le falló porque las rayas debieron ser verticales y
no horizontales como las que lucía Edith en su playera.
Como usted
seguramente estará enterado, al momento de su detención llevaba 120 mil pesos y
su pasaporte vigente por lo que se supone que estaba a punto de levantar el
vuelo antes de que la casa se le cayera encima, cosa que no logró porque lo que
le cayó fue el largo brazo de la ley y todas las acusaciones que ahora debe
enfrentar y demostrar, con pruebas, que todo lo dicho en su contra son puras
mentiras.
El sábado a las
9.30 y vistiendo en llamativo “jumper” color naranja subido o sea,
naranja-naranja, más acorde con su actual situación, se presentó ante el Juez
Primero de lo Penal en Playa del Carmen, Nicolás Pinzón Ávila, para rendir su
declaración preparatoria y aunque se había reservado su derecho a guardar
silencio, no se aguantó las ganas de decir que “este proceso está lleno de
irregularidades”.
Los muy severos
analistas de las cosas de la política que tienen que ver con los alcaldes “mano
larga”, ya ve usted como son los muy.., aseguran que, “en este caso, “los
mirones son de palo” ya que, con sus declaraciones, como las de Pedro Flota
Alcocer, líder estatal de los tricolores, quién dice que “De locura la
declaración de Edith Mendoza Pino, en México el gobernador más priísta y más
comprometido con el presidente Enrique Peña Nieto es, sin duda, Roberto Borge
Angulo, quién con toda solvencia política fue el primer mandatario estatal que
respaldó al ahora presidente de México en la precandidatura y en la
candidatura” pudieran entramparse.
Son estos mismos
los que le recuerdan a don Pedro que, con todo el “compromiso” y con todo el
bla, bla, bla y las alabanzas que le dedique a “su” gobernador, en las pasadas
elecciones presidenciales se perdió Quintana Roo para la causa tricolor y a
cambio se ganó el encabronamiento del actual residente de Los Pinos al no poder
ganar en un estado en el que le habían asegurado que el triunfo estaba más que
“cincho”.
Hay quien asegura
que “Pedrito es buena onda, es cuate, pero a veces riega la mermelada como
cuando dijo, hace unos meses, que “la señora Edith Mendoza Pino es un lastre y
una vergüenza para el PRI” y si lo sabían desde hace tiempo ¿porqué la apoyaron
y la hicieron Presidente Municipal si era una vergüenza para el partido?
¿porqué no la “enfermaron” si era un lastre? ¿no les bastó tener un
exgobernador en el bote que ahora buscan tener a una presidenta municipal tras
la rejas? La verdad, no entiendo”.
Vaya desde este
espacio un fraternal y cariñoso abrazo y el deseo de una pronta resignación a
nuestra querida y respetada compañera Tony Salmerón ya que, estoy seguro, su
señora madre está ahora sentada a la diestra de quién todo lo puede y desde ahí
le seguirá cuidando y protegiendo para siempre.
Hace algunos años
en la capital Chetumal existía, usted que es chetumaleño seguramente recordará,
una ferretería muy especial, la de los hermanos William, Nazim y Nahim
Abuxapqui que aunque se llamaba “Ferretería y Tlapalería Abuxapqui Hermanos”
era mejor conocida como “el buen trato” por la muy peculiar manera que estos
simpáticos hermanos trataban a su clientela que tal vez por el “buen trato” que
recibían o porque era la mejor surtida de esa época, acudían en gran número.
Hoy hemos de
lamentar la ausencia de Nahim y por ello también enviamos un fuerte abrazo a
Carlos y a toda su familia quienes deben estar tranquilos ya que don Nahim seguramente
está en un lugar mejor que nosotros. Descanse en paz.
Así las cosas mejor
vamos dejándolo aquí, nos vemos en el próximo número de EL AJUSTE DE CUENTOS
pero ahora y por favor ya no la haga usted más al cuento, recuerde que hoy
apenas es lunes y hay que ir a chambear, no vaya siendo la de malas porque
entonces sí que ya la…
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