viernes, 27 de septiembre de 2013

FELIZ FIN DE SEMANA


Parque público en propiedad privada: tres décadas de pleitos legales

Hoy como todo buen viernes que se precie de serlo y para ayudarle a usted a sacar el estrés de la chamba diaria que se va acumulando, le voy a contar algo que publicó hace unos días el periódico Excélsior, que me llamó la atención y que hoy quiero compartir con usted que nos hace el favor de seguirnos para que vea que en todos lados hay sus vivales y que no solo “en San Juan hace aire”, por no decir que también en Cancún tenemos gandallas de terrenos públicos. Ojalá que tuviera usted el tiempo y el ánimo para teclear y enviarnos su comentario por lo cual mandamos nuestro agradecimiento anticipado. Gracias mil. 

• El Parque Reforma Social en la delegación Miguel Hidalgo, es la historia de un juicio que lleva 36 años, los mismos que tiene de creado el parque.

En 1946, el gobierno federal compró a Carlos Lascurain unos terrenos en lo que ahora son las calles Sierra Mojada y Avenida Tecamachalco. Pasaron veinte años antes de que la zona se fraccionara y se asentara allí la colonia Reforma Social.

Los más de 34 mil metros cuadrados que se encuentran ahora en disputa eran una sima por donde corría el Río de los Morales. A petición de los vecinos del naciente barrio, el gobierno federal entubó el río, para ese entonces ya de aguas negras, y rellenó la barranca.

En 1977, el entonces presidente José López Portillo, ordenó mediante un decreto la creación de un parque público y una estación de transferencia de basura con una superficie de 29,120 metros cuadrados. En la declaración se especifica que el predio se entrega al entonces Departamento del Distrito Federal, sin dejar de forma parte del patrimonio de la Federación.

El DDF, con Carlos Hank González a la cabeza, recibió la administración del predio y tomó posesión de más de 40 mil metros cuadrados.

En ese mismo año, los herederos de Carlos Cuevas Lascurain promovieron un juicio de amparo ante el Juzgado Segundo de Distrito en Materia Administrativa al considerar que el inmueble no era propiedad federal, sino particular. Les fue asignado el folio 577.

Pasaron tres años sin avances, hasta que el Juzgado Segundo ordenó realizar un peritaje para determinar si el parque se encontraba dentro de los terrenos de propiedad federal o bien, dentro de las propiedades de la sucesión de Carlos Cuevas Lascurain.

Así, en 1981 el perito de la PGR, Pablo Acosta Jiménez, estableció que el límite de los terrenos vendidos en 1946 es la calle de Tecamachalco y deja fuera de la compra de la Federación el predio del parque.

Pasarían otros quince años antes de que el Juez de Distrito emitiera una resolución. Fue hasta 1996 cuando concedió el amparo a la sucesión de Carlos Cuevas, representada por María de Lourdes Mondragón Casas.

El juez solicita al presidente de la República dejar sin efecto el decreto de 1977 y estipula que el terreno debe devolverse a los herederos de Cuevas en las mismas condiciones en las que se encontraba cuando éste fue emitido.

En 2002, al no cumplirse la sentencia, el Juez de Distrito envió el expediente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por inejecución. La corte responde al Juzgado de Distrito, el 12 de abril de ese año, que debe emplazar al entonces presidente Vicente Fox para anular el decreto de 1977 y regresar el predio a la sucesión de Cuevas Lascurain.

La SCJN estipula que para poder entregar el terrero primero se debe determinar la extensión y ubicación específica del predio, aunque no pone en duda que sea propiedad de la sucesión. Además instruye que el jefe de Gobierno, en ese entonces Andrés Manuel López Obrador, que retire las instalaciones que se hubieren incorporado desde 1977.

El 3 de junio, en cumplimiento de la sentencia de la Corte, se publica en el Diario Oficial de la Federación que por decreto de Vicente Fox, en su calidad de Presidente de la República, queda derogado el decreto de 1977.

Sin embargo, la superficie del predio que debe ser devuelto a la sucesión no se define sino hasta 2007 cuando el Juez de Distrito estipula que la superficie que debe entregarse es de 34,179 m2.

Los 6, 000 m2 que ocupa la estación de transferencia de basura se mantienen en posesión del GDF, ya que formaban parte de una donación hecha por la sucesión a principios de la década de los setenta a favor de la administración capitalina.

Esta misma resolución es confirmada por el Quinto Tribunal Colegiado en febrero de 2008. Sin embargo, el GDF, entonces ya a cargo de Marcelo Ebrard, entra en negociaciones con la sucesión de Carlos Cuevas Lascurain para conservar una parte del parque.

El GDF se compromete a negociar ante la ALDF el cambio del uso de suelo de área verde a comercial en más de 24 mil m2 a cambio de 10 mil m2 que serán donados al patrimonio capitalino para que sigan siendo parque.

El 4 de septiembre de 2009 se entrega a María de Lourdes Mondragón Casas el Acta de entrega del inmueble. Con esas acciones, el Juzgado de Distrito determina que la sentencia ha sido cumplida.

Sin embargo, como el GDF nunca le devolvió la posesión del predio, la sucesión presenta un nuevo recurso legal. El caso llega a la Suprema Corte que determina que la sentencia ya fue ejecutada y que el GDF no está obligado a cambiar el uso de suelo.

En agosto de 2010, la sucesión le escribió a Marcelo Ebrard solicitando la entrega del inmueble, el desalojo de los usuarios, el bardeado del parque. Retiró la donación de 10 mil m2 y refrendó su deseo de cambiar el uso de suelo.

Y, como legalmente se ha determinado al dueño y las dimensiones del predio; el Juez Segundo de Distrito, archivó el asunto como concluido en marzo de 2012, aunque en términos reales, el parque continúa en manos del GDF y los colonos.

No sé porqué vuelve de pronto a la memoria aquél cura de Cancún al que le dieron chance de una capilla en un parque público y luego se agandalló de más espacio para agrandar “la casa de Dios” como si Dios mismo le hubiera dicho “hijo mío chíngate el parque, haz una iglesia y llévate la lana, total eres el cura y nadie te va a decir nada”. O aquél otro que hizo su iglesia de toldos y se adueñó del camellón “para que los feligreses estacionen sus carros”. ¿Como la ve?

***

Ya anunció Paul Carrillo que se toma de protesta como nuevo alcalde del paraíso será completamente austera, es más será en la sala del cabildo del Ayuntamiento de Benito Juárez, habrá solamente 300 invitados “especiales” y no habrá jolgorio con chupes incluidos porque será a las 12 de día y, una vez terminado el acto protocolario, hay que chambear.

-Oye carnalito, pos que mala onda de Paul, debería hacerlo como de costumbre, en la noche, en la Plaza de la Reforma y luego el besamanos con bocadillos y chupe pa´celebrar, esa es la costumbre y hay que defender las costumbres ¿o no?

-Agarra la onda de que no hay lana para andar haciendo fiestas y eso cuesta un buen billete.

-Noooo pos sí, te cabe toda la razón, pero ¿te acuerdas que te dije que durante la campaña junté 5 playeras, 4 gorras, 6 pares de lentes de aumento, 6 sombrillas, muchas plumas y un montón de chucherías? ¿te acuerdas que te pregunté cuánto habría costado todo eso? así, con esos gastos no quedó nada para la toma de protesta, se lo gastaron todo en asegurar la silla ¿no crees?

-Pos ya ves como es esto de la grilla barata, la que compra voluntades y votos con chucherías y pos ni modo, ¡así somos y que le vamos a hacer!

***

Lo que usted y yo vamos a hacer es disfrutar del fin de semana y nos vemos el lunes hora y lugar de costumbre cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS llévela suave, tómela con calma o con soda pero cuídese mucho.

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario