El 31 de octubre de
2013 es una fecha que deberá escribirse en la historia moderna de este país
como el día en que el Presidente de México hizo justicia. Ese honor le
correspondió a Enrique Peña Nieto.
El 12 de junio de 2000 es la fecha clave. Día importante
para el pueblo de Simojovel de Allende, Chiapas, que celebraba la fiesta de San
Antonio de Padua.
Los festejos apenas comenzaron cuando la noticia de una
tragedia llegó a oídos de todo el pueblo: en la carretera cercana al pueblo de
Limas, unos encapuchados emboscaron una patrulla; siete policías murieron
baleados, mientras que uno más y un civil quedaron heridos.
Patishtán |
Cuando Alberto Patishtán llegó a la feria del pueblo, se
enteró de la noticia. Horas antes, él asistió a una reunión de la zona 204
Región Bochil del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación al que
estaba afiliado.
Patishtán tenía una boleta que daba cuenta de ésta
asistencia, con las rubricas de sus superiores sindicales. Tenía también, el
testimonio de sus compañeros agremiados. No fue suficiente porque el 19 de
junio, cuatro hombres fueron por él, lo subieron a una camioneta y sin orden
alguna lo llevaron al Ministerio Público.
A partir de entonces, Patishtán fue señalado como el
autor de la matanza. Dos años después, el maestro de origen tzotzi, fue
sentenciado a 60 años de cárcel. Los delitos que le imputaban: lesiones,
homicidio calificado, robo calificado, daños y portación de armas de fuego de
uso exclusivo del Ejército Mexicano.
En 2011 emprendió un viaje que nunca imaginó; en un
dispositivo de seguridad fue llevado de su tierra de selva, a una prisión en
Guasave, Sinaloa, donde el intenso sol hace los días más largos.
Un año después lo regresaron al Cereso 5 de San Cristóbal
de las Casas, Chiapas.
La constante de 13 años de encierro han sido huelgas de
hambre, solicitudes de amparo, reconocimientos de inocencia; el acercamiento de
instituciones y organizaciones en defensa de los derechos humanos, y cartas de
apoyo escritas por amigos y personas que a poco iban conociendo el caso.
Alberto Patishtán Gómez nació el 19 de abril de 1971 en
El Bosque, Chiapas. Decidió dedicarse a la enseñanza; en su carrera destaca la
dirección de dos escuelas albergue, y las cátedras de Ciencias Sociales en la
Universidad Valle de Grijalva.
El final de su encarcelamiento no será cumplir la
condena, o el destino de los vivos. Ya lo esperan en casa, porque una
modificación al Código Penal le valdrá para recibir indulto presidencial.
***
Si usted es de los
que dudaba que en Quintana Roo existiera aquello del pago de facturas o la catafixia política,
peeermítame decirle que está usted completamente equivocado y el nombramiento
de Laura Fernández piña como Secretaria Estatal de Turismo, parece confirmarlo.
Cómo entender para
poder explicar este ridículo nombramiento a alguien que de turismo solo sabe del
turismo de “chópin en Mayami” o cuando viaja a Orlando para llevar a sus hijos
y sobrinos a los parques temáticos de Universal Studios.
-¿Sabes qué
carnalito? Para la próxima me voy a postular para candidato a algo, total si
pierdo pos segurito me dan alguna secretaría ¿no te parece?
Según los muy temidos
por muy críticos analistas de los asuntos que tienen que ver con “los
inexplicables y ridículos nombramientos de funcionarios” el que Laura Fernández
ocupe hoy la cartera de turismo estatal “es un paso atrás porque esta señora no
conoce del tema que es fundamental para la economía del estado y mucho menos
sabe ni se imagina como debe hacer para traer más visitantes a Quintana Roo. Aparentemente
solo se trata de pagarle un sueldazo por su “sacrificio” en las pasadas
elecciones y ya. Le van a poner un buen equipo de asesores para que ella siga
haciendo lo que mejor le sale que es corretear los reflectores. Al tiempo”
La mejor opinión sigue
siendo la suya. No se la guarde, compártala.
***
Nos vemos el próximo
lunes cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS mientras tanto
disfrute usted su Mucbi-pollo, celebre a sus difuntos, pórtese bien y sea feliz
durante las celebraciones en honor de los difuntos.
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