Esto que hoy le voy a contar es una
nota publicada por The New York Times y como es un poco larga la hemos dividido
en dos partes, una hoy y la otra mañana. Le recomiendo que no deje de leerlas
porque son muy reveladoras de los usos y abusos del poder de los gobernantes de
este país, de cómo llegan al poder como pránganas y salen tan ricos como jeques
árabes, este es el caso de José Murat, ex gobernador de Oaxaca.
En el otoño de 2013, uno de los principales funcionarios de la vivienda
en México publicó un tuit sobre una campaña de hipotecas para los mexicanos de
bajos ingresos. El mensaje era simple: "Lo más importante en la vida está
en su casa".
Alejandro Murat Hinojosa |
Tenía un eslogan: “Hogares con valor”. El funcionario, Alejandro Murat Hinojosa, sabe algo de viviendas con valor, especialmente al otro lado de la frontera.
A lo largo de los años, él y los miembros de su familia inmediata,
empezando por su padre, José
Murat, exgobernador de Oaxaca, han comprado al menos seis propiedades en
Estados Unidos, incluyendo dos condominios cerca de una estación de esquí en
Utah, otro en una playa en el sur de Texas y por lo menos uno en Manhattan, de
acuerdo con registros y entrevistas. En Nueva York, los hijos de José Murat han
vivido durante diversos periodos de tiempo en uno de los condominios más
modestos del lujoso Time Warner Center, con vista a Central Park.
La propiedad de los hogares a menudo se oculta a través de variaciones
en los apellidos que aparecen en las escrituras o a través de empresas
“cascarón”, según documentos examinados por The New York Times. De
hecho, el día que Alejandro Murat tuiteó
sobre el programa de vivienda, documentos públicos de Florida registran la
transferencia de un condominio de 750
mil dólares en Boca Ratón, que se había comprado a nombre de su
esposa, a una entidad llamada IMRO 2013 Trust.
Los inmuebles de los Murat contrastan con la imagen de “hombre de
pueblo” que José Murat, conocido por su poder
político y personalidad pujante, trabajó para proyectar como gobernador. "Llegué
al gobierno del estado con mi esposa, Lupita, y mis cuatro hijos", dijo un año antes de que su mandato
terminara en 2004. "Y me voy como llegué, con los
mismos pantalones, con los mismos zapatos, con las mismas camisas y el mismo
coche".
Las propiedades de Murat, que
surgieron durante una investigación del Times sobre la
gente detrás de empresas “cascarón” que poseen condominios en el Time Warner Center, no han sido objeto de ninguna
investigación oficial y no hay evidencia de ningún delito detrás en las
compras. Pero los activos privados de los funcionarios públicos de México han
sido objeto de intenso escrutinio recientemente ante revelaciones y protestas
que pusieron de manifiesto la corrupción endémica del país.
El otoño pasado, estalló un escándalo por los informes de que un
contratista del gobierno había construido una casa de varios millones de
dólares para la esposa del presidente
de México, Enrique Peña Nieto. Mientras que la Primera Dama, Angélica Rivera, explicaba
que la estaba pagando con el dinero que ganó como estrella de telenovelas,
también reveló que era dueña de un condominio en Florida. Por la misma época,
Peña Nieto reveló su propio patrimonio
de 3.3 millones de dólares en bienes raíces, joyas, arte y otras
inversiones. La semana pasada, designó a un nuevo titular de la Secretaría de
la Función Pública para examinar las adquisiciones de propiedades efectuadas
por él y su esposa.
José y Alejandro Murat niegan la propiedad de varias residencias en todo Estados
Unidos de las cuales The Times siguió el rastro hasta llegar a ellos.
Los Murat listos para esquiar en Utah |
José Murat dijo que el condominio en Time Warner era
propiedad de un familiar. Alejandro Murat señaló que el de Florida era
propiedad de su suegra. Otro condominio en Manhattan, cuyos registros
demuestran que fue comprado originalmente a nombre de la esposa de Alejandro,
pertenece a un tío, dijo.
En un correo electrónico, José Murat dijo que las únicas propiedades en
Estados Unidos de su familia inmediata son dos condominios en Park City, Utah.
Fueron adquiridos en 2004, uno por sus dos hijos y el otro por sus dos hijas,
sumando un valor total de 690 mil dólares. Al menos uno de los hijos de Murat
era un adolescente al momento de la compra. Pero Murat señaló: "Yo
no soy dueño personalmente de ninguna propiedad inmobiliaria directa o indirectamente
en Estados Unidos".
Las propiedades de los Murat muestran cómo los mecanismos legales
disponibles en Estados Unidos para adquirir propiedad sin revelar el nombre del
propietario pueden hacer el rastreo del dinero difícil. Esto puede ser un
problema para México, que al igual que muchos países en desarrollo, ha
experimentado durante mucho tiempo la salida de capitales de forma lícita e
ilícita.
Los mexicanos acaudalados están comprando propiedades en Estados Unidos
a un rápido ritmo y sin muchas preguntas de por medio, descubrió The Times, al
mismo tiempo la seguridad fronteriza aprieta a los inmigrantes pobres que
tratan de cruzar la frontera hacia el país. "Ustedes tienen a
todos estos gobernadores yendo y viniendo aquí, y poseen propiedades en Estados
Unidos con dinero hecho en México", dijo Juan Ruiz-Healy, periodista mexicano que ha
escrito sobre José Murat lo largo de los años. "Estados Unidos
nunca les dirá: ‘¿De dónde proviene el dinero?'".
Murat creció en la ciudad de Ixtepec en el pobre y
montañoso estado de Oaxaca, en donde sus padres atendían una tienda de abarrotes. Estudió leyes en
la Ciudad de México durante los hechos de la Masacre de Tlatelolco de 1968,
cuando militares y policías dispararon sus armas contra manifestantes.
Mientras que los estudiantes enfurecieron contra el PRI, Murat se unió a
un grupo progubernamental y conoció a otros jóvenes leales al partido,
incluyendo a Fidel Herrera Beltrán, el futuro gobernador de Veracruz, quien aún
es su amigo cercano. Murat tuvo muchos cargos en el partido, incluyendo los de
vocero y representante en varios estados.
José Murat Casab |
Era solamente un funcionario de nivel medio...pero con las conexiones
correctas. Archivos de una antigua agencia mexicana de inteligencia, que guardó
carpetas de amigos y enemigos del gobierno, indican que desde el principio, Murat
causó cierta controversia. Los documentos, disponibles en archivos de la
nación, contienen una serie de datos no verificados. Uno reporta una visita
a Oaxaca del candidato
presidencial del PRI en 1982, estado que Murat entonces representaba como
legislador.
Lugareños circularon una carta firmada por tres políticos locales, en la
que se explicaba que Murat había puesto a sus amigos y parientes en oficinas
gubernamentales en un esfuerzo por “tomar todo” e imponer una “dictadura sobre
la gente”.
Más allá de conexiones, Murat tiene cierto aire de bravuconería y una
presencia física imponente. “Es el estilo Lyndon Johnson”, dijo Gibson de la Universidad de Northwestern. “Se pone de pie como una torre sobre ellos
y sólo amenaza con su tamaño”.
En 1998, Murat, entonces de 50 años, fue electo para un periodo de seis años como gobernador de Oaxaca. Los gobernadores mexicanos ostentan un poder considerable, en muchos casos usando grandes cantidades de dinero federal a su discreción, especialmente en los estados más pobres, como Oaxaca.
En 1998, Murat, entonces de 50 años, fue electo para un periodo de seis años como gobernador de Oaxaca. Los gobernadores mexicanos ostentan un poder considerable, en muchos casos usando grandes cantidades de dinero federal a su discreción, especialmente en los estados más pobres, como Oaxaca.
Ha habido poco control sobre cómo es usado el dinero público y Murat
mantuvo una reputación de controlar férreamente la distribución de fondos
federales a funcionarios locales, como una manera de mantener el poder. Manuela
Garza, quien trabajó en la oficina de planeación del estado, dijo que “la
distribución de políticas y esas cosas no era equitativa”. Como parte de su trabajo, Garza visitó
pueblos en los que la gente carecía de electricidad, agua o cuidados adecuados
de la salud y ella asegura que la percepción era la de que Murat no priorizaba
a la gente, sino que estaba dirigiendo el dinero a sus regiones.
Poco después de que Murat se convirtiera en gobernador, una nueva
comisión federal se trasladó a auditar el uso de fondos federales en Oaxaca. El
Congreso también propuso revisar el dinero que el estado distribuyó a unas
cuantas compañías, de acuerdo con archivos legislativos. Durante años, Murat y
algunos otros gobernadores argumentaron que las auditorías federales eran una
extralimitación del poder. Cuando la agencia de auditoría envió oficiales a
Oaxaca, Murat los bloqueó. Los auditores obtuvieron acceso sólo después de
una batalla legal que terminó en la Suprema Corte, pero para entonces Murat
había dejado el cargo. Su administración nunca sería auditada por completo.
Con los años, Murat y su familia enfrentaron periódicamente preguntas
sobre sus finanzas. En un correo electrónico reciente a The New York Times, Murat dijo:
"Como
es ampliamente conocido en México, mi familia y la familia de mi mujer, quien
falleció en el 2000, tienen muchos activos y fuentes de ingresos. Este
patrimonio se ha construido a lo largo de generaciones, a través de trabajo
duro y no está relacionado con mi servicio público". Documentos y entrevistas muestran que durante la mayor parte de su
carrera Murat cobró salarios modestos en empleos del partido y que hizo algún
trabajo como abogado privado.
En el tiempo en el cual ganó su primera elección como legislador federal en los 70, reportó ingresos totales por 25 mil pesos o unos mil 100 dólares al mes. Su salario como gobernador alcanzó apenas poco más de 11 mil 500 dólares al año, más bonos por una cantidad no revelada. Su cuñado Mateo Jiménez dijo que la familia Murat era más o menos “clase media” y que no tenía conocimiento de grandes herencias por parte de los padres de Murat. Al principio de la carrera de José, dijo la madre de Murat, vendió artículos de su casa.
En el tiempo en el cual ganó su primera elección como legislador federal en los 70, reportó ingresos totales por 25 mil pesos o unos mil 100 dólares al mes. Su salario como gobernador alcanzó apenas poco más de 11 mil 500 dólares al año, más bonos por una cantidad no revelada. Su cuñado Mateo Jiménez dijo que la familia Murat era más o menos “clase media” y que no tenía conocimiento de grandes herencias por parte de los padres de Murat. Al principio de la carrera de José, dijo la madre de Murat, vendió artículos de su casa.
Cuando Murat fue gobernador, la revista Proceso escribió que él y sus
allegados experimentaron un “enriquecimiento inexplicable”. Él tenía una
relación particularmente dura con el diario local Noticias, que publicó un
artículo que cuestionaba el origen del dinero de su madre Juana Casab. Ericel
Gómez Nucamendi, editor del periódico, dijo en una entrevista que él creía que
el gobernador había sostenido durante mucho tiempo un resentimiento contra él
por negarse a su petición de comprar una parte de su diario. "Quería
quedarse con el periódico", dijo Gómez, quien ahora es un político en Oaxaca. "Él
se ofreció a comprarlo y devolvérmelo cuando dejara de ser gobernador".
No se pierda, mañana, la segunda e interesantísima
parte donde hablaremos de las propiedades de la familia Murat en los estados
Unidos que, por cierto, no son pocas.
Así las cosas mejor aquí le paramos, nos vemos
mañana misma hora, mismo lugar cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE
CUENTOS, ¿le parece?
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