jueves, 8 de julio de 2010

EL COSTO Y LAS VELADORAS

Ahora sí, ya podemos saber cuanto nos costó el chistecito provocado por la ambición de unos cuantos que se creían que eran los más fregones, los que necesitábamos para salir de todos los problemas, los mesías, los enviados para salvarnos de todos los demonios, la solución de todas nuestras broncas que, por cierto, son muchas.


Ahora sabemos que cada voto emitido en las urnas el pasado domingo, nos costó 523.21 pesos que, aunque devaluados, son muchos pesos gastados solo para cumplirle el sueño a unos cuantos y que multiplicados por los 372 mil 699 cumplidos ciudadanos que acudimos a votar, nos da la ridícula cantidad de 195 millones de pesos que usted y yo y todos los que votamos, tuvimos que apoquinar.



-Uuuuuta carnal, en mi casa somos cuatro y votamos mi vieja, mi chavo el mayor, mi hija y yo, haciendo las cuentas son dos mil 092.84 pesos, con 2,000 varos hubiéramos comido, los cuatro, de poca ma…nera unas buenas carnitas con sus chelas y toda la cosa y hasta nos hubiera alcanzado para ir al cine y todavía nos quedaba algo de lana para el otro día, ó sea que con 2 mil varos comíamos dos días y hasta nos sobraba una lanita ¿Cómo ves?.

-Pos te hubieras rallado

-¿Rallado? Rallado mi compadre el doctor (así le decimos) que tiene como seis hijos y todos votan, ese sí se hubiera llevado una lanota bueno, si es que nos la hubieran dado por ir a votar no que tuvimos que hacer cola bajo la lluvia y ni las gracias nos dieron, ya ni la chi….flan estos cab….alleros.

-¿No te tocó playera, pulserita, gorra, pluma y bolsa de playa?

-No ma….no, no me tocó nada y además ¡no te burles de los jodidos!.



Pero si usted considera que 195 millones son muchos millones por una elección estatal, espérese a las presidenciales, ahí sí que se gasta lana a manos llenas, sin medida pero también sin vergüenza alguna y,

además, sin ningún remordimiento.



Por otra parte déjeme decirle que según muy “severos analistas de los procesos electorales, sus trampas, sus abstenciones, sus gastos excesivos, sus triunfos y sus llantos de derrota, pertenecientes al bando de los rudos y malosos”, ya ve usted como son los muy…., en los supermercados de Cancún hay una severa escasez de veladoras y pañuelos desechables debido a que, en el primer caso, son muchos los “suspirantes” que han agotado las existencias ya que las han encendido a cuanto santito les recomiendan para ver si así se les hace el “milagrito” de llegar a ser los iluminados y premiados con una curul en el Congreso del Estado, ¿Cómo la ve?

En el caso de los pañuelos desechables son muchos los que andan por ahí como la muñeca fea, “llora que llora por los rincones” toda vez que no lograron colgarse de la ubre y ahora las lágrimas son un río.



-Pos la mera verdá compa, yo me río de estos ilusos.

-No sea usted canijo, no se burle de la desgracia ajena.

-No si no me burlo, nomás me río.



Entre risa y risa mejor aquí le paramos, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS y los resultados finales que nos prometieron, pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento ni llore, ni se ría, no vaya siendo que el conteo final cambie las cosas porque entonces sí que ya la….

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