lunes, 20 de septiembre de 2010

¿INDEPENDENCIA? ¿LIBERTAD?

En días pasados hemos visto en la televisión la celebración del Bicentenario de nuestra Independencia y Centenario de la Revolución. Un festejo magnífico donde el billete se gastó sin medida pero también sin respeto.


Y digo sin medida porque el adornar los diferentes carros alegóricos, los disfraces de los participantes, los fuegos artificiales y toda la logística requerida para lograr este gran espectáculo costó la friolera de 2 mil 500 millones de pesos que, aunque devaluados, son muchos pesos y que no obstante que el pueblo se divirtió de lo lindo, no deja de ser una falta de respeto para los millones de mexicanos jodidos que llenaron el Paseo de la Reforma y el Zócalo capitalino para ver esta gran función de circo y olvidar, por unas horas, las condiciones en las que viven y divertirse aunque falte el pan en la mesa de muchos.

El objetivo primario se alcanzó con creces ya que la figura presidencial en el balcón de Palacio Nacional dando el “Grito” el 15, el 16 muy temprano en Dolores Hidalgo y luego de vuelta al DF para presenciar el desfile militar, llenó los espacios informativos de todo el país y gran parte del mundo que recibieron, en forma gratuita, la imagen de los festejos que mostraban a un Felipe Calderón sonriente y satisfecho como autor y como protagonista de esta fiesta popular de dos días de duración aunque hubo momentos en los que se le notó un tanto preocupado, tal vez, de que alguna falla en el cerco de seguridad le arruinara el festejo. Afortunadamente nada sucedió y don Felipe pudo pasar esta larga jornada sin sobresaltos.

Las inundaciones en Tabasco pasaron a un segundo término así como también el diario reguero de cadáveres que a lo largo y ancho del país, dejan los reacomodos y los cobros de cuentas pendientes entre los mafiosos que muchas veces se llevan de corbata a inocentes cuya única culpa es el haber estado en el lugar equivocado y en mala hora. No, nada de eso importó, lo único importante era que el festejo saliera retechulo de bonito, lo demás fue lo de menos.

Ahora y una vez pasados los ¡VIVA MÉXICO! que soltamos de nuestros roncos pechos hasta que la garganta nos quedó hecha trizas hemos de volver a nuestra triste realidad porque también este país nuestro con forma de cuerno de la abundancia, está hecho trizas, con el corazón sangrando y con el estómago pegado al espinazo.

¿200 años de Independencia? ¿de quién? Porque seguimos dependiendo de todo y de todos, dependemos de las malas decisiones de nuestros políticos y gobernantes, dependemos del petróleo, dependemos de nuestro vecino del norte ya que cuando a él le da gripe a nosotros nos da pulmonía, dependemos de los caprichos de nuestro presidente, dependemos de todo menos de lo que debiéramos, del esfuerzo de todos, de la honestidad de nuestros políticos y de la lealtad de los que tienen el billete grande que cuando hay que pagar a sus trabajadores se vuelve chiquito.

¿100 años de Revolución? Pos habrá que ir pensando en organizar otra ya que con 100 años de experiencia, la próxima nos debe de salir bien para bien de todos y no solo de unos cuantos a los que le ha hecho “justicia la revolución” actual que les ha dejado los bolsillos llenos desde los altos cargos públicos en los que antes de “servir al pueblo” se han servido ellos mismos y sus cuates de cofradía con la cuchara grande.



Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento, usted no es independiente pero si puede ser revolucionario pero ¡aguas! procure no ser demasiado revolucionario, no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la….

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