lunes, 21 de noviembre de 2011

LOS NINIS- SUS NÚMEROS, ¿BUEN FIN?

Usted, apreciado por aferrado, lector de EL AJUSTE seguramente recordará que ya antes le habíamos platicado del grave problema que enfrentan los jóvenes que por algún motivo, ya sea por la falta alguno de los padres que los guíe y los obligue a asistir a la escuela o simplemente por falta de ganas de prepararse debidamente para enfrentar el futuro abandonan la escuela y esa falta de preparación les impide conseguir un trabajo decente y digno convirtiéndose en lo que ahora conocemos como “nini”, o sea, jóvenes que ni estudian ni trabajan.


El no contar, por falta de preparación, con un trabajo que les permita tener un ingreso fijo, los vuelve sumamente vulnerables y frecuentemente sucumben ante los embates de la delincuencia común u organizada que los llevan, irremediablemente, a buscar dinero fácil mediante el robo, el asalto armado o la venta de enervantes convirtiéndose así en un problema social que nos afecta a todos por igual y a ellos los lleva a pasar parte de su preciada juventud tras las rejas y en la fría soledad de una celda.

Hoy déjeme contarle que según los estudios realizados recientemente, “en México hay alrededor de 7.8 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, los llamados “ninis”, y tres cuartas partes de ellos son mujeres, lo cual revela que los motivos de discriminación de género tienen un gran peso en esta problemática”.

Así lo afirmó el subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Rodolfo Tuirán, quien el pasado viernes presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2010, que tiene el tema de los “ninis” como uno de sus principales temas de estudio.

Don Rodolfo subrayó que “este fenómeno es mucho más complejo, diverso y fluido de lo que se le ha presentado en la discusión pública”, por lo que llamó a no trivializar o simplificar el asunto.

Uno de los aspectos que subrayó Tuirán durante su ponencia de más de una hora es que las y los jóvenes descritos en esta categoría no pueden ser calificados como perezosos o indolentes, pues muchos de ellos buscan trabajo activamente o se desempeñan en las labores del hogar.

Las causas de que no estén matriculados formalmente en la escuela o no ejerzan una labor remunerada, dijo, son muy diversas, y entre ellas se encuentran las presiones económicas que los obligan a desertar, el acceso limitado a las oportunidades educativas por motivos socioeconómicos y a decisiones personales como casarse y/o tener hijos a edad muy temprana.

Por otro lado, “la gran mayoría de los mal llamados “ninis”, aseveró, siguen teniendo confianza en que la escuela y el trabajo los ayuden a escalar socialmente, ganar más dinero y conseguir un mejor trabajo”.

El estudio de campo para generar la encuesta se aplicó en 30 mil viviendas de todo el país durante los meses de noviembre y diciembre de 2010, explicó por su parte la directora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ana María Chávez Galindo.

En Quintana Roo el problema de los “ninis” se ha ido incrementando y esto es fácil deducirlo por la, cada día más numerosa, cantidad de jóvenes que aún están en edad escolar y que sin embargo han desertado y se han incorporado al grupo de los que no tienen otro oficio ni beneficio que no sea el delinquir.

También le cuento que el mega-publicitado cuento del “Buen Fin” resultó ser, según los comentarios, en realidad eso, un cuento ya que ante la escasez de efectivo por parte de los consumidores, estos tuvieron que echar mano de su dinero de plástico que, en algunos casos, cancelaba los anunciados descuentos y en otros hacían bonificaciones pero en “dinero electrónico” o sea para futuras compras en el mismo establecimiento pero a precio regular y con límite de tiempo para usarlo lo que metía a los compradores en el laberinto del consumismo y en el gasto anticipado del esperado aguinaldo que, para cuando llegue, se habrá convertido en “el vuelto de la manteca”. ¿Y usted, tuvo un Buen Fin?.

Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento no vaya siendo que, de pronto, usted también se convierta en un “nini” porque entonces sí que ya la….

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