Cuando el día de la elección ya está a “tiro de piedra”, las estrategias y los modos en las campañas cambian buscando “cerrar con fuerza” y para lograrlo los diferentes equipos de los suspirantes emplean toda clase de artimañas, por ejemplo, el equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota reveló una encuesta electoral, encargada por el PAN, que le otorga a Andrés Manuel López Obrador el 30 por ciento de la preferencia electoral y ubica a Enrique Pena Nieto en una caída libre con 37 por ciento.
De acuerdo con el vocero de la campaña panista, Juan Ignacio Zavala y el coordinador de la misma, Roberto Gil Zuarth, la elección del 1 de julio se dividirá en tres tercios, pues también en la gráfica de hoy, Vázquez Mota llega al 30 por ciento de la intención del voto. La encuesta dada a conocer fue realizada por el equipo de Rafael Giménez, quien se desempeñaba hace unos meses como el encuestador de la Presidencia de la República.
Asimismo, los estrategas de la panista convocaron a un debate a los coordinadores del área económica de los candidatos presidenciales para saber quién tiene el mejor proyecto para México y anunciaron que por parte del PAN los representaría el ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo.
De un tiempo a esta parte usted seguramente ha escuchado o leído de algunos funcionarios públicos federales, estatales y municipales a los que les ha ganado la tentación de tener más de lo que en realidad y en función de sus capacidades y desempeño en las encomiendas recibidas, le meten, sin piedad, la mano al billete ajeno. Le digo esto porque por un desfalco al erario por un monto de 186 millones de pesos, el Poder Judicial del Estado de Sonora giró, con tres años de atraso, dos órdenes de aprehensión en contra de dos ex funcionarias de la administración del ex gobernador, priísta, Eduardo Bours Castelo (2003-2009).
Las inculpadas son la ex tesorera, Paola Vanessa García Estrada y su asistente particular Dulce María Huerta, a quienes se les imputan los delitos de uso indebido de atribuciones, ejercicio indebido del servicio público, peculado y falsificación, por un monto de 186 millones de pesos, recursos que, según las investigaciones, fueron extraídos de cuestas públicas mediante 74 cheques expedidos durante el periodo electoral que comprendió los meses de febrero a julio del 2009.
El contralor general del estado, Carlos Tapia Astiazarán, explicó que, para sacar el dinero de las arcas del estado, se alteró el proceso contable, llamado Sistema Integral de Información y Administración Financiera (SIIAF), a través del cual se emitieron los cheques, que en la contabilidad aparecían como cancelados, pero en los bancos sí fueron cobrados. “Esos cheques fueron endosados, obviamente con firmas falsificadas, por lo que se solicitó que se hiciera una investigación grafoscópica para determinar quién podía ser el implicado y fueron los peritos de la Fiscalía los que determinaron qué persona había hecho todos los endosos”, reveló Carlos Tapia.
De acuerdo con la evidencia que obra en el expediente judicial, la ex tesorera del estado, Paola Vanessa García Estrada, quien dependía directamente del ex secretario de Hacienda, Gilberto Inda Durán, fue quien autorizó el cobro de los cheques, y era ella misma quien recibía el dinero en efectivo de manos del coordinador de área de la Tesorería del estado.
Por su parte, Carlos Navarro Sugich, procurador General de Justicia del Estado, pidió el apoyo de la ciudadanía para ubicar a las dos damas, a quien se les considera prófugas de la justicia. “Pido en esta momento a los sonorenses su colaboración para la aprehensión de estas dos ex funcionarias. Cualquier información por favor háganla llegar a la PGJE; les garantizamos que guardaremos el anonimato”.
Según la declaración de los servidores públicos involucrados en el llamado “chequegate”, y de acuerdo con las pruebas recabadas hasta hoy por peritos y en poder de la PGJE, la presunta operación ilícita para llevar a cabo el desfalco constó de siete pasos. 1.- Primero, la ex tesorera Paola Vanezza autorizó al entonces coordinador general del SIIAF, César Fabián García Treviño, que creara una cuenta con el nombre ficticio de Mónica Rodríguez Jiménez. 2.- En segundo lugar, una persona no identificada usó la cuenta de la persona ficticia, Mónica Rodríguez, para sacar los cheques a nombre de 5 empleados diferentes de la Secretaría de Hacienda. 3.- En tercer lugar, las personas cuyos nombres fueron utilizados para cobrar los cheques, según su declaración ministerial, desconocían la comisión de este delito. 4.- En cuarto lugar, una persona no identificada es quien falsificó los endosos de los cheques y los entregó a un empleado para que fueran al banco a cambiarlos por dinero en efectivo. 5.- En quinto lugar, Paola García o Dulce María Huerta se comunicaban con los funcionarios bancarios, para cerciorarse de que contaran con la suma de dinero requerida para cambiar el cheque, cifra que oscilaba entre 1 y 3 millones de pesos. 6.- En sexto lugar, un empleado del área, bajo las órdenes de la ex tesorera, acudía a la institución bancaria a cambiar el cheque por efectivo y lo depositaba en maletas para transportarlo a las oficinas de la Secretaría de Hacienda estatal. 7.- Y en séptimo lugar, la ex tesorera Paola García recibía el dinero en efectivo, sin que hasta el momento se tenga claro qué se hizo con el dinero.
Podría muy bien tratarse de un guion para una película de esas en las que la intriga, la maldad y la traición son protagonistas, una película en la que, sin soltar un tiro, los malosos se llevan, gota a gota, 186 millones de pesos sin que nadie se dé cuenta y entregados en la mano y con una amplia sonrisa por el banco.
Es en este punto donde caben algunas preguntas como: ¿Cuántos casos más de “chequesgate” se descubrirán en otros Estados? ¿Habrá en Quintana Roo otros aparte de los ya conocidos? ¿Edith? ¿Trini? y.……
Hay muchos que dicen ser como Sto. Tomás por aquello de “hasta no ver no creer” luego de que ayer una numerosa delegación China asistió a la presentación oficial del Dragón Mart Cancún en el que muchos cifran sus esperanzas.
Maquiladoras que requieren de mano de obra, empleos diversos, naves industriales, centros de negocios, logística y la mejora y ampliación del muelle de Puerto Morelos como punto de entrada y salida de mercancías en gran escala, sería algunos de los beneficios inmediatos que este Dragón traería a Quintana Roo sin afectar a sectores llamados “sensibles” para empresas nacionales dedicadas a la fabricación de juguetes, ropa y calzado. Hasta aquí vamos bien pero…¿Cuándo se iniciará la construcción física, no en papel, de este Dragón? Para ver estamos.
Por hoy vamos dejándolo aquí, nos vemos el lunes, hora y lugar de costumbre, cuando tendremos, si el JEFE nos lo permite, un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento, recuerde que también hoy hay que chambear para luego poder reventar, no lo haga al revés, no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la…
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