lunes, 11 de junio de 2012

UNA MÁS - EL DEBATE QUE BATEÓ

El pasado viernes por la mañana se dio en el paraíso el enésimo “levantón” a una persona de la cual, hasta el momento, se ignora el nombre y los motivos por los cuales fue secuestrado por un grupo de facinerosos que le dieron el clásico “cerrón”, lo bajaron de su vehículo, los subieron a otro y partieron, en los dos, a toda prisa y con rumbo desconocido.


Usted dirá, con justificada razón, que eso no tiene nada de raro ni es el primer caso de un levantón en esta ciudad, en la que, al parecer, los malosos han logrado rebasar a quienes tienen la encomienda y la obligación de corretearlos, atraparlos y meterlos al bote.

Aquí lo curioso es que este levantón se dio frente al Hospiten, el centro hospitalario en el que nació, hace apenas unos días, la primogénita de Roberto Borge y frente a uno de los tres escoltas encargados de la seguridad de su esposa Mariana, quién aún se encontraba hospitalizada en el mencionado centro médico, y que con el banal argumento de “no poder abandonar el servicio” no hizo nada por evitar el secuestro olvidando aquello de “para servir y proteger” que se supone es la premisa de los servidores públicos encargados de la seguridad de TODOS los quintanarroenses.

No tenía que intervenir, simplemente tenía que haberlos seguido a distancia y comunicado a Seguridad Pública del rumbo de los secuestradores y a sus compañeros que abandonaba por unos minutos “el servicio” para salvar la integridad y, posiblemente, la vida de un ciudadano.

Sinceramente no creo que este hecho le hubiera traído consecuencias, más bien pienso que hasta se hubiera ganado un reconocimiento público y hasta una medalla si hubiera actuado como se espera de un policía. ¿No le parece?



Después de una larga espera y en el entendido de que “no hay plazo que no se llegue ni fecha que no se cumpla”, anoche, por fin, se dio el segundo debate entre los “suspirantes” a la silla grande, aquella desde la cual se decide no solo el futuro del país si no también el futuro de millones de mexicanos y del mayor tesoro que la patria tiene, sus jóvenes y niños.

Como era de esperarse todos y cada uno de los equipos de campaña de los candidatos salieron, después del debate, a las calles para proclamar la victoria pírrica de su abanderado. Usted lo vio y pudo apuntalar su preferencia, ahora que, de su acierto o equivocación solo podrá confirmarlo luego de asistir a su casilla y cumplir con su deber ciudadano y emitir su voto como la única opción para ejercer y exigir el cumplimiento de sus derechos como ciudadano además de reclamar que las promesas de campaña se vuelvan realidad y no queden solamente en promesas. ¿No le parece?

Tal vez lo más destacado sería el hecho de que por medio de su cuenta de la red social Twitter, Felipe Calderón Hinojosa refutó a Andrés Manuel López Obrador sus cifras sobre los ahorros que puede conseguirse con la reducción de los salarios de la alta burocracia federal.

El tabasqueño aseguró que, cuando sea presidente, va a conseguir el ahorro de 300 mil millones de pesos, sin aumentar impuestos, incluso con la eliminación del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), a partir de combatir la corrupción y aplicar la austeridad en el gobierno federal al reducir el salario de 3% de la burocracia, que es la alta, y que tiene salarios por arriba de los 600 mil pesos, con lo que se llevan 26% de la nómina federal que, dijo, es de un billón de pesos.

Pa´pronto y desde Twitter, Felipe Calderón le contestó: “si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2 000 mdp, no 300 000 mdp; ½ sueldo: 1000 millones”.

De esta manera, en su afán “innovador” y mostrando su afición al Twiter, Felipe Calderón escribió un nuevo capítulo en la historia del actual proceso de sucesión presidencial y, de paso, metió la pata pues la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) prohíben de manera explícita que el mandatario federal intervenga en el proceso electoral.

En el artículo 134 de la Constitución, se establece que todos los servidores públicos deben garantizar en todo momento las condiciones de equidad en la competencia electoral y de ninguna manera utilizar los recursos públicos para favorecer a alguno de ellos; y con base en este artículo, que también hace referencia a que ninguno de estos servidores públicos debe utilizar los medios de promoción gubernamental para interferir.





Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana con algo más interesante que contarle pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento y ¡ya váyase a trabajar! ¿no le parece? recuerde que su candidato todavía no gana y no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la…



No hay comentarios:

Publicar un comentario