80 Y CONTANDO - ECOS DEL TIANGUIS

Hace apenas unos días, el 7 de Mayo exactamente, cumplió 80 años Jesús Martínez Ross, el aún muy popular “Chucho Martínez” pa´sus cuates y para los que no simplemente “Don Chucho”.
A más de 30 años de haber concluido su gestión como primer gobernador, constitucionalmente electo, del Estado de Quintana Roo Don Jesús sigue conservando el afecto de sus conciudadanos y el respeto de una parte de la (cada vez con menos clase ) "clase política" entre la que aún conserva un buen grado de autoridad.

Mucho ha cambiado aquella entidad naciente en la que le correspondió la responsabilidad
de sentar las bases de todo el andamiaje administrativo y legal bajo el cual los quintanarroenses debieron sumar sus esfuerzos en busca del desarrollo y un futuro mejor. Afecto a invitar a todos a la fiesta como el pasado miércoles, en su momento convocó a los políticos de experiencia que lo acompañaron en la lucha por lograr el autogobierno, y lo mismo hizo con los jóvenes de aquellas primeras generaciones de universitarios que recién concluían su preparación.

Con maestría, sin sectarismos ni discriminaciones, entreveró las generaciones y consolidó un
auténtico quintanarroismo. Gracias a sus enseñanzas, y literalmente a veces desde el pupitre
muchos valiosos quintanarroenses aprendieron a servirle a la sociedad y aportaron su grano de arena en esta gran obra.

Muy lejanos pueden parecerle a algunos esos más de 30 años transcurridos, pero la brevedad del tiempo a otros nos hace sentir que fue apenas ayer, cuando Chucho inauguraba una gran obra material y al mismo tiempo ordenaba se surtiera una receta de medicamentos a un ciudadano desesperado y sin recursos. La inteligencia y la sensibilidad funcionando simultáneamente sin prepotencia ni arrogancia. Jesús Martínez Ross es el símbolo local de la sencillez en el ejercicio del poder, de la cual cada día nos alejamos inmersos en la vorágine del crecimiento y el éxito de nuestra entidad.

En lo particular, no sé a ciencia cierta sí ha sido el mejor gobernador, o el más preparado o el más inteligente. Claro me quedan dos cosas al menos: innegablemente fue el primero que elegimos libremente, y por lo que veo cada 7 de mayo: el más querido. (JACC)

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Dos días después del cumpleaños de “Don Chucho” culminaba, en Cancún, el más exitoso Tianguis Turístico de México de los últimos tiempos y, como era de esperarse, la Secretaría de Turismo y el gobierno de Quintana Roo quedaron más que contentos y satisfechos.

Los resultados de la más reciente edición de este Tianguis Turístico, que se llevó entre Cancún y la Riviera Maya, arrojó 38 mil 182 citas de negocios con lo que se superaron las expectativas pero además dejó ver un tema importante que destacaba Claudia Ruiz Massieu, la secretaria de Turismo: ya hay productos regionales. Por su parte, el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, “aprovechando el viaje” pudo retomar el añejo tema en el que  han insistido, sin éxito, los empresarios pero que cada vez se le ve mayor lógica y consensos: cambiar el huso horario para el norte de Quintana Roo, regresándolo a su horario natural, más ligado con el huso horario del Este, donde se liga con un mercado principal, el de la costa Este de Estados Unidos.

 

“Son las cinco de la tarde y ya es de noche”, así dijo el gobernador y tenía razón. Un destino de sol y playa no se puede dar esos lujos, máxime cuando puede utilizar todas las horas de sol del día que corresponden a su propio huso horario.

Muy a pesar de este natural argumento, en Quintana Roo ha existido una resistencia natural al cambio de huso horario, especialmente en las comunidades más alejadas del turismo y que en su mayoría están en el sur del estado.

Entre los que se oponen a cambiar el huso horario se escucha de todo. Por un lado, los que dicen que Cancún, Riviera Maya, Tulúm, Isla Mujeres, Cozumel, se van a desfasar del resto del país. Hasta los que señalan, en afán anecdótico y aunque usted no lo crea, “que no vamos a estar viendo las telenovelas a las cinco de la tarde en lugar de a las siete de la noche”.

Por su parte Cristina Alcayaga, expresidenta del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, así como los actuales representantes empresariales, han insistido en las ventajas de recobrar el huso horario que le corresponde a la región. Una ventaja, clara, es la de ligarse con el huso horario de la costa Este de Estados Unidos, que representa un turismo de alto poder adquisitivo como Chicago, Nueva York, etc, etc.

La segunda ventaja que ven los empresarios es que podrán utilizar más tiempo de sol y playa, que es vital para el ecoturismo, una de las apuestas del sector hotelero que cobra auge con nuevas tendencias ambientalistas y sustentables. De hecho, desde la época de Félix González Canto, la iniciativa de cambio de huso horario para Quintana Roo ya estaba en el Congreso federal y fue detenida cuando ya  había pasado el filtro de unas cámaras. Y ahora el estado de Quintana Roo, con Roberto Borge liderando la iniciativa, que es secundada por el sector empresarial, que quiere volver a presentarla. Hay que reconocerlo: sí tiene sentido que Quintana Roo recobre su huso horario natural.

No hay que perder de vista que Quintana Roo es el segundo estado con mayor crecimiento, según reportó el INEGI, en el último trimestre. Está creciendo a ritmos de 4.7% anual y en cuanto a turismo, genera alrededor de la mitad de toda la derrama de ingresos del país.

Está poniendo propuestas interesantes sobre la mesa. Una de ellas, que además el gobierno de Peña Nieto la vio con buenos ojos, fue la de hacer llegar ahí el tren transpeninsular que conectará Yucatán con Quintana Roo. El debate es el tren a dónde tiene que llegar. Los hoteleros de Cancún, liderados por José Chapur, insisten que sea a Cancún. Ahí tenemos que concederle un punto a Chapur: Cancún es donde llegan más personas, aunque se trasladen a la Riviera Maya.

Sin embargo, la otra corriente de opinión considera que el tren debe llegar a la Riviera Maya, precisamente para evitar que se triangule con Cancún, y así también ahorrarse el aeropuerto de la Riviera Maya.

En este punto le recuerdo que su opinión es la más importante y, por lo tanto nos interesa conocerla así que no se quede usted con las ganas, hágase un tiempecito en sus labores cotidianas y mándenos su comentario. Gracias anticipadas.

Así las cosas mejor aquí le paramos, nos vemos mañana hora y lugar de costumbre mientras tanto llévela suave, pórtese bien y sea feliz.