Ayer
se daba como la “nota del año” y de inmediato se iniciaron los trabajos para verificar la información relacionada
con la supuesta muerte de Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, uno de los principales líderes del Cártel del Pacífico, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán. Hoy le puedo decir que nadie sabe nada
de nada.
12 son los procesos penales
que, desde 2001 a la fecha pesarían en contra del capo mientras fuentes del Gabinete de Seguridad informaron que
se vienen realizando trabajos de investigación
para la captura del capo, por lo
que ahora se buscará confirmar por personal de las áreas de inteligencia, del
mismo Gabinete de Seguridad, coordinados por el Centro de Investigación y
Seguridad Nacional (CISEN) lo publicado
por el semanario Río Doce
La
publicación indica que el capo habría fallecido de un infarto, mientras se recuperaba de un accidente, en un hospital
cuya ubicación se establece en el Distrito
Federal o en Jalisco.
Sin
embargo hasta el momento no existen
evidencias que confirmen la muerte de Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”,
uno de los jefes del Cártel del Pacífico, dijo el procurador General de la
República (PGR), Jesús Murillo Karam. No podemos confirmar nada, yo no tengo
información”, dijo tras la firma del Convenio Iberoamericano contra la
Delincuencia.
A través de redes sociales se difundió la noticia de
la supuesta muerte de “El Azul”, incluso el
portal Rio Doce señaló que sufrió un paro cardíaco, citando como fuentes a
familiares. Ante la posibilidad de la muerte de Juan José Esparragoza Moreno, se dio a conocer que autoridades federales ya
investigan. Sin embargo, el
procurador respondió ante la insistencia de los medios: Yo no tengo
información”.
Habrá
que recordar que tras la captura de Joaquín "El Chapo" Guzmán,
"El Azul" fue señalado como una de las dos piezas claves del Cártel
que seguía en libertad.
***
Le recuerdo que este no es una columna deportiva pero cuando estamos a
unas horas de que se dé el pitazo inicial de la Copa Mundial de Fútbol hemos de
recordar que hace cuatro años, cuando Brasil ganó ser el país sede, Lula era presidente y declaró que se
estaban comprometiendo a organizar “no sólo una Copa del Mundo, sino la mejor
Copa del Mundo” y por ello quiso que los partidos se jugaran en 17 ciudades
distintas y no en las ocho que sugería la FIFA. Y en cada una de ellas habría
que construir un estadio de futbol que
cumpliera con los lineamientos de la FIFA porque ni el famoso Maracaná los
cumplía.
Dilma Rousseff Presidenta de Brasil |
Esto aún cuando complicaba de manera absurda la movilidad y la
organización ya que, como escribiera Christopher
Gaffney, profesor de la Universidad Federal de Río que ha estudiado la
preparación de cara al Mundial y los Juegos Olímpicos de Río en 2016: Porto
Alegre y Manaus están igual de cerca que Copenhague y Timbuktú; Cuiabá y Natal
están tan distantes como París y Moscú.
Cuatro años después, la corrupción y los gastos estratosféricos en esta
Copa del Mundo han sido lo que más ha trascendido del Mundial Brasil 2014 antes
de su arranque. Hasta ahora y a punto de iniciarse, los gastos en
infraestructura se calculan aproximadamente en 14 millones de millones de
dólares. Más que Sudáfrica 2010 y Alemania 2006 juntos. Y en lugar de tener 17
estadios, Brasil se ha tenido que conformar con 12, que siguen sin estar
listos.
Si los gastos hubiesen sido para mejorar el sistema de transporte
público o carreteras, todavía habría algo bueno del río de dinero gastado hasta
ahora. Pero todo se ha ido para estadios que se perfilan para ser unos enormes
elefantes blancos una vez concluido el Mundial. Algo increíble en un país
futbolero por excelencia.
Nada más hace falta tomar en cuenta el estadio Mané Garrincha y sus
enormes columnas de cemento que detienen un techo de alta tecnología que se
limpia sólo ha costado 11 mil 500 millones de dólares.
Usted se preguntará, como millones en el mundo, ¿Qué tan grave es el
escándalo de gastos y corrupción en Brasil que no sólo hemos visto enormes
manifestaciones en las calles de las principales ciudades sino que incluso la
gran estrella del futbol, Pelé,
ha salido a decir que es una vergüenza lo gastado y lo mal preparado que se
encuentra su país para esta Copa del Mundo?.
Por su parte la presidenta Dilma
Rousseff ha tratado de calmar los ánimos y de justificar que los planes
han sido tan ambiciosos que por ello no todos los estadios están listos, pero
que lo estarán para el jueves que arranque el Mundial. Ya solo le quedan dos
días para cumplir con su promesa
Rousseff, que en estos momentos busca
reelegirse en octubre, debe pensar que con que Brasil gane la Copa, su triunfo
está asegurado. Pero con tanto escándalo de corrupción que ha exasperado
incluso a los más fervientes seguidores del futbol, lo que se pretendía sería
una fiesta de orgullo nacional se está convirtiendo en una pesadilla para miles
de brasileños, Dilma Rousseff incluida.
***
Nos vemos mañana hora
y lugar de costumbre cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero
por ahora llévela suave, trabaje mucho, pórtese bien y sea feliz. Amen.
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