Aunque los propios
panistas insistan en que al interior de su azul partido todo marcha sobre
ruedas, todo es armonía, paz y tranquilidad, para nadie de los observadores
externos y para los muy severos analistas de las catástrofes partidistas, ya ve
usted como son los muy.., es desconocida la crisis por la que atraviesa el Partido
Acción Nacional. No hablamos de las fiestas con chamaconas “de piquito
colorado” que bailan y los alivian de sus tensiones en sus “convenciones”, no,
hablamos de una crisis de fondo, de una crisis que tiene paralizado al que una
vez fuera considerada la segunda fuerza política de este país y que, hoy día,
es un partido sin propuestas que beneficien al país y que lo vuelvan a
posicionar. El PAN está ahora en medio de una debacle que le podría costar el
repetir como perdedor en las elecciones de 2015 y descender en el escalafón
nacional hasta un cuarto lugar entre las preferencias del electorado. Así de
grave es la cosa.
Desde luego que las
acusaciones, ciertas o falsas, han logrado que la dirigencia del partido haya
olvidado que Acción Nacional es mucho más grande que los comportamientos
particulares de quienes lo integran y ha abandonado la parte que más importa:
la de la construcción de una agenda ciudadana que represente sus principios, se
base en sus luchas históricas sin ignorar la realidad por la que atraviesa el
país, y proponga políticas públicas innovadoras, responsables, que logren que
la esperanza sea un hecho.
Hoy día el PAN es un
partido, por lo que se puede observar, confundido y perdido, sin banderas ni
ideas claras. Hoy, si usted le pregunta a la militancia, la inmensa mayoría no
sabe a ciencia cierta por qué milita en el PAN, se lo puedo asegurar. Hoy no
hay un funcionamiento interno claro y transparente, hoy los dirigentes azules se
dedican a pelear batallas perdidas de origen que desdibujan y exhiben a su
partido.
Gustavo Madero PAN |
Hoy, en lugar de generar
certidumbre, tomar decisiones y ejecutar acciones claras, la dirigencia
nacional desgasta su capital político dedicándose a disputar la autoría de las
reformas, y aunque el PAN haya sido una pieza fundamental durante este proceso,
desgraciadamente, como pasa en todo el mundo, los logros, si los hay, serán
automáticamente atribuidos al gobierno en turno.
En resumidas cuentas, el
PAN debe, de una vez por todas, sacudirse del marasmo en el que se encuentra
actualmente, debe también dejar las glorias pasadas en el pasado y ver hacia
adelante. Hoy la plataforma del partido se ha convertido en la lucha por el
aumento del salario mínimo, una propuesta sin un fundamento sólido que genere
estabilidad y finanzas sanas. Hoy pelea la autoría de dicha propuesta con el PRD,
un partido de idiosincrasia populista, ha generado un severo desgaste ante su
militancia y la población en general.
No son pocos los que
opinan que a pesar de los problemas que hoy enfrenta Acción Nacional, y que no
se comparan con la dimensión de sus logros y luchas, Gustavo Madero tiene la
oportunidad de hacer bien las cosas, trabajar por la unidad que el partido
requiere y reestructurar al partido lejos de los egoísmos e intereses
personales.
Los hay,
definitivamente, quienes opinan que su dirigencia también puede tirarse a la
milonga y acostarse en su hamaca a esperar que otros hagan su trabajo, a
esperar que los otros partidos fallen para señalarles su errores y
capitalizarlos, claro, si es que la muerte no los alcanza esperando. ¿No le
parece?
***
Por otra parte aún tenemos muy fresco en la memoria el que durante los
dos sexenios que el PAN ocupó la Presidencia de la República, periodo también
conocido como la “Docena Perdida”,
poco hicieron los funcionarios panistas, comenzando por los presidentes de la República,
para poner en marcha una política pública específica para el alza al salario
mínimo y la recuperación del poder adquisitivo. Y eso, me va usted a tener que
disculpar bastante, abona, pero en contra.
Usted seguramente recordará que el presidente Fox reconoció que el
salario mínimo de los trabajadores era raquítico, pero destacó la necesidad de
que gobierno y sociedad trabajaran juntos para alcanzar los niveles de
desarrollo al que aspiran los mexicanos. “Aquellos gobiernos que ponían todo y
el ciudadano no ponía nada quebraron, los endeudaron, tronaron al país y todavía
estamos pagando las consecuencias”, decía Fox, revelando que su idea de que el
alza salarial era directamente proporcional al endeudamiento público, por lo
que su política salarial fue también un episodio voluntarista y errónea.
Luego, durante el sexenio del presidente Calderón no hubo tampoco un
esfuerzo por incrementar el salario mínimo que se tradujera en una política
pública. Basta recordar las declaraciones del entonces secretario de Hacienda y
delfín calderonista, Ernesto Cordero, para entender su concepción al respecto:
“El salario mínimo ha incrementado su poder adquisitivo, si quieren de manera
muy modesta, pero al menos con un salario mínimo cada vez se pueden comprar más
cosas y esto es por el control de la inflación y la estabilidad de los
precios”. Con esta visión quedó claro que para el PAN la mejor política de
incremento salarial era el dogma de la política de contención inflacionaria.
Información de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami)
señala que, en 12 años de panismo, los salarios mínimos aumentaron un total de
24 pesos, es decir, un promedio de ¡dos pesos por año! En total, en los seis
años del gobierno de Vicente Fox los mínimos se incrementaron en términos
reales en 10.77 pesos. A lo largo del sexenio de Felipe Calderón
Hinojosa, según cifras oficiales, en términos reales los mínimos aumentaron 13
pesos, que son las cifras más bajas de ajuste salarial desde 1970.
En los sexenios panistas, México fue una de las naciones de América
Latina con menor crecimiento directo en el ingreso salarial de sus trabajadores
(Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la
UNAM). Del año 2000 a 2011, la caída real del poder adquisitivo de los
mexicanos fue de 24.4% en la adquisición de productos básicos, mientras
que Brasil tuvo una recuperación de 97.6% en los ingresos de la población
asalariada. ¡Que le parece!
***
En Quintana Roo los “ilustres”
panistas como Sergio Bolio, Patricia Sánchez y José Hadad después de alcanzar
sus objetivos personales al cobijo de su azul partido, al parecer tienen cosas
más importantes que hacer en lugar de trabajar, en serio, para frenar la
debacle de su partido en el Estado que, todo parece indicar, está a tiro de
piedra.
¿Podría usted decirnos
dónde se esconden y que están haciendo estos “destacados panistas”? porque
luego de achatar las asentaderas en el Congreso del Estado muy poco o casi nada
se ha sabido de ellos. Por si usted tuviera la fortuna de encontrárselos,
salúdelos de nuestra parte por favor ya que, aunque lo hemos intentado, no
hemos logrado, por ningún medio hablar con ellos para que nos den su opinión de
la situación que prevalece en su partido a nivel nacional y las causas de la
inmovilidad en el Estado.
***
Regreso a clases |
EDUCANDO A LA REPÚBLICA.- Francisco Javier
Echeverría (1797-1852) Gobernó México
del 22 de septiembre al 10 de octubre de 1841. Murió a los 55 años de
edad por causas naturales. Pasó a la historia porque con sólo 20 días en el
poder, logró hacer buena fortuna.
“La libertad sin orden
es anarquía. Orden sin libertad es dictadura” Adolfo López Mateos.
¿Los sabía? ¡Pos ahora
ya lo sabe!
Así las cosas mejor aquí
le paramos, nos vemos mañana, hora y lugar de costumbre, cuando tengamos un
número más de EL AJUSTE DE CUENTOS mientras tanto llévela suave, trabaje mucho,
pórtese bien y sea feliz.
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