Los padres tienen que trabajar
durante muchas horas todos los días de
la semana, los hijos asisten a la escuela y tiene otras actividades que,
muchas veces, no permiten la convivencia
familiar. Los muchachos entran a la escuela muy temprano y no desayunan con sus
padres, a la hora de la comida el padre o la madre o a veces los dos, están
trabajando y a la hora de la cena muchas veces cuando los padres llegan a su
casa los chavales ya están dormidos pues se tienen que levantar temprano para
iniciar, de nuevo, el ciclo. En resumen, no hay convivencia familiar.
Es por esto que, en muchas familias,
el salir a comer en familia los domingos además de permitir el dedicarles
tiempo de valor a la familia, se ha vuelto una costumbre y un ritual que
repetimos cotidianamente y se ha vuelto una tradición muy mexicana. Pero, ¿se
ha preguntado qué sucede, lejos de su vista, en el restaurante que usted ha
elegido para disfrutar de una comida familiar?
Por ejemplo, todos hemos, alguna vez
en la vida, escuchado aquello de “si tratas mal a un mesero,
seguro le escupirán a tu comida antes de que la lleven a tu mesa”.
¿Será cierto o únicamente un invento cuya función es que no nos pasemos de
lanza con el camarero en cuestión?
Para saber un poco más de la chamba
de estas personas, con las que solemos desarrollar una relación de
amor-odio-dependencia, varios medios y portales de internet se han dado a la
tarea de conversar con meseros de restaurantes de distintos géneros.
En EL AJUSTE, no teniendo nada mejor
que hacer, nos metimos a una de estas páginas y de esto fue de lo que nos enteramos:
1. Si acudes a una cita y te dejan plantado(a) pero crees que nadie se da cuenta, estás en un error, al menos
los meseros tienen un ojo clínico para detectar estas situaciones y aunque no
lo hagan evidente frente a ti, a la mayoría de los trabajadores del local la
situación les parece bastante risible y la comentan a tus espaldas. Lo mismo
ocurre cuando estás cenando con alguien y constantemente revisas tu teléfono
celular, en una clara muestra de aburrimiento.
2. Es poco frecuente que le escupan a
tu comida si te quejas de un mesero o lo tratas mal. Lo único que hacen es
burlarse de ti en la cocina, y si acaso, quemar un poco la carne que te
servirán.
3. Lo que sí es probable, es que los
meseros se tarden más en atenderte si les caes mal.
4. Algunos dejan caer las cosas a propósito, para ver si las mujeres traen o
no ropa interior.
5. Aunque el personal del restaurante
tiene prohibido alimentarse de tus sobras o bebidas que dejas a medias, a veces
lo hacen a escondidas, de ahí la continua insistencia de los meseros por
preguntarte si pueden o no retirarte el plato.
6. A los meseros les da igual que sea
tu cumpleaños; de hecho, eso de cantarle las mañanitas y hacerle fiestas a los clientes cumpleañeros les fastidia.
7. Generalmente “la sopa o platillo del
día” están ideados con base a los ingredientes que en ese momento abundan en la
cocina, o bien, que tienen su fecha de caducidad próxima a vencer.
8. Se cree que los amigos del mesero
reciben bebidas gratis cuando van al restaurante donde éste trabaja. Eso es
mentira, pocos arriesgan su chamba por eso.
9. La mayoría de las veces que un
mesero te recomienda un platillo o aperitivo salado, es porque en realidad quiere que te de más sed y consumas más bebidas.
Mañana le mostramos la segunda
parte, primero para dejarle “picado”, y luego para que usted repase, una vez
más, los nueve primeros puntos y recuerde si le ha tocado a usted estar en una
situación similar.
***
Usted que nos hace el favor de seguirnos, lo que mucho agradecemos,
recordará que la semana pasada tocamos, aunque levemente, tanto a los azules
como a los tricolores y los problemillas en los que nadan envueltos cuando el
año electoral de 2015, que comienza en octubre próximo, presenta más
interrogantes que certezas. Lo único cierto, y se lo digo con certeza, es que
el deporte favorito, conocido como “futurismo”, practicado por muchos de los
llamados “analistas políticos”,
siguiendo la tradición, ya cruzan apuestas y juegan a las adivinanzas generando
escenarios y proyecciones.
En el pasado, a pesar de sus muy notorias diferencias, PAN y PRD han
construido, sin ningún recato o remordimiento, una serie de alianzas
electorales que les ha permitido obtener buenos réditos en lo local. En estos
“experimentos democráticos”, ambas fuerzas, acompañados de otros partidos
minoritarios y con el único fin de derrotar a su acérrimo enemigo, el PRI, han
logrado ganar gubernaturas en Estados tan importantes como Puebla, Oaxaca y
Sinaloa.
Como suele suceder, cuando los “gobiernos aliancistas” llegan al poder,
normalmente los triunfadores deciden inclinarse por el color político con el que
se sienten más cercanos incluso hemos sido visto que gobernadores como el de
Sinaloa han “roto” con sus promotores iniciales con tal de liberarse de
compromisos previos y regresar al origen partidario de su propia historia
política, de “su partido”.
De lo que sí podremos estar, usted y yo y todos, seguros es de que hemos
de ver, dentro de muy poco una nueva versión de este juego al que les ha dado
por llamar política y que tiene reglas de súper-libre y en el que las patadas
debajo de la mesa, los jaloneos y las mentadas, no precisamente de menta,
estarán a la orden del día.
***
Usted
seguramente recordará, porque ha sido ampliamente difundido en la tele durante
los últimos días, el caso del chamaco que, reiteradamente, abusa de sus
compañeros de escuela. Hoy le cuento que cuando el menor reubicado de la
primaria José María Mata por acusaciones de bullying tenía siete años,
médicos aconsejaron a su madre que fuera atendido en un centro de salud mental
debido a que tenía déficit de atención, pero ella lo rechazó.
Un especialista que trató al menor describió a Adriana, la madre del niño, como la responsable de que el menor se convirtiera en un acosador escolar. Los reportes de la interacción del estudiante de primaria con sus compañeros, maestros y adultos, refieren que desacreditaba a cualquier autoridad debido a que Adriana “fomentó la ruptura de sus límites”.
El
terapeuta, quien pidió el anonimato, describió a la madre como una mujer
que buscaba intimidar a maestras diciendo que su padre era diputado y amenazaba
con demandar a quien intentara sacar a su hijo de la escuela, pues conocía el
Marco para el Fortalecimiento de la Convivencia Escolar, que impide
excluir a niños de la enseñanza.
El
pasado viernes, se supo que tras una denuncia interpuesta por la abuela del
menor por maltrato, la mujer acudió al DIF-DF a recibir apoyo sicológico, pero
sólo acudió una vez, se cambió de domicilio y ya no fue posible localizarla. Al
retratar el vínculo con su hijo, la describe como una mujer fría, a la que el
menor se acostumbró. No tenía gestos de amor y sólo hablaban lo necesario entre
ellos. Sin embargo, cuando se le hacía algún reclamo por la conducta con sus
compañeros de clase se tornaba agresiva. Incluso, aunque ella le confesó alguna
vez que tuvo muchos problemas para embarazarse, pues tuvo a su hijo a los 40
años y no cuenta con apoyo del padre, no tenía una actitud más sensible con el
niño.
Pero
también se supo que las bitácoras señalan que el niño presentaba
comportamientos sexualizados, pues buscaba a compañeras de quinto y sexto para
decirles: “estás buena, estás sabrosa”. En cuanto su higiene, el especialista
describe que el estudiante y su madre la descuidaban. “El niño cuando va al
baño siempre le mandaban toallitas húmedas porque no sabe limpiarse. Cuando no
tenía toallas se quedaba sucio durante todo el resto de las clases”.
Además
el chamaco no podía socializar y jugaba solo porque cuando intentaban
incorporarlo a actividades como futbol, quería ser el capitán y se enojaba si
no lanzaban el balón como él quería. Sus pasatiempos consistían en robarle la
comida a sus compañeros. De aspecto robusto y más alto que sus
compañeros, a veces entablaba amistad con otros para hacer
travesuras. “Es un niño bonito físicamente. Un niño al que se le pudo ayudar
tempranamente, pero que su madre se ha negado a aceptar que tiene un problema
psiquiátrico y que ella misma tiene signos de padecer un tipo de trastorno que
le impide convivir con los demás, tuvo un trato como delincuente y eso no le
permite ser readaptado porque lo van a señalar en su nueva escuela. Va ser
un adolescente disfuncional si no se le atiende ahora, una persona resentida.
Con la edad tendrá más fuerza y podrá llevar a cabo las amenazas que hace”,
afirmó.
No,
definitivamente no es nada fácil ser padre de familia responsable porque no
solo es mandarlos a la escuela para que aprendan a leer, escribir, sumar y
restar, también hay que dedicarle tiempo a nuestros hijos, hay que estar muy
pendientes de su salud tanto física como mental, hay que inculcarles buenos valores,
hay que hacer de ellos hombres y mujeres de bien para que cuando nosotros no
estemos, ellos puedan salir adelante porque la vida les puede, en cualquier
momento, pasar la factura.
Por
hoy vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana hora y lugar de costumbre cuando
tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS, mientras tanto llévela suave,
trabaje mucho, pórtese bien y sea feliz.
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