Continuando con la espiral de violencia
que vive en nuestro país, y que, al parecer nadie puede detener, ayer por la mañana
el exgobernador de Colima, Fernando Moreno Peña, fue baleado por sujetos
desconocidos mientras desayunaba con unos amigos en el restaurante Los Naranjos
Campestre, ubicado al norte de Colima.
En el atentado, también estaban
presentes el ex rector Carlos Salazar Silva y Miguel Acosta Vargas, quienes
presumiblemente se encuentran ilesos….
Horas más tarde, a las
13.00 horas, el ex gobernador, Fernando Moreno Peña, era intervenido quirúrgicamente en el Hospital Regional Universitario,
luego de que recibió heridas de bala que le provocaron fracturas y daño en la
vena yugular externa. “Está delicado, pero estable”, informó el secretario de
Salud, Agustín Lara Esqueda.
Moreno
Peña sufrió seis heridas de bala en el restaurante Los Naranjos, por lo cual
fue trasladado de inmediato al hospital referido. La jefa de urgencias del
nosocomio, dijo Lara, informó en un primer reporte que el ex mandatario tenía
seis heridas por arma de fuego: una en cada brazo; otra produce una fractura en
el codo y en la mano izquierda; tres heridas en el tórax, y una lesión en el
cuello que lesiona la vena yugular, la cual fue atendida en el lugar del
ataque, sin embargo, en el lugar
sólo se encontraron cuatro cartuchos percutidos.
El
coordinador de Seguridad Pública, Félix Humberto Vuelvas, dio a conocer que a
las 10:25 horas se recibió información sobre el incidente y de inmediato una
unidad acudió al lugar de los hechos.
“Fernando
Moreno Peña estaba desayunando con alguna persona que, por seguridad y sigilo,
no la mencionaré. Testigos de los hechos sostienen que (al restaurante)
ingresan dos sujetos y uno de ellos se va directamente hacia el ex gobernador y
le dispara, luego salen corriendo los sujetos hacia el norte por avenida
Constitución. Hay más información, pero no puedo darlo a conocer, a fin de no
entorpecer las indagatorias. Pido comprensión”, dijo
Vuelvas.
En entrevista radiofónica, Félix
Vuelvas señaló que el ex gobernador fue el único herido, mientras que su
acompañante resultó ileso, lo cual refuerza la línea de investigación de que el
ataque fue directo a Moreno; también, destacó que, de acuerdo a los videos, los
dos agresores podrían haber disparado, pero están a la espera del resultado que
emita balística forense.
En un
mensaje emitido en cadena estatal, el gobernador Mario Anguiano condenó los
hechos y giró instrucciones para dar con los responsables. “Este tipo de actos violentos ensombrecen al
estado (…) no dejaremos que este hecho quede impune”, dijo.
***
Ahora le voy a contar
de la columna de Jorge Fernández Menéndez publicada ayer en Excélsior y que
resulta, en verdad, interesante porque se refiere a personajes muy conocidos en
el paraíso y como no tiene desperdicio ahí le va…
Nicolás Mollinedo, el
nuevo director de los Servicios de Limpia de la delegación Cuauhtémoc, es un
personaje que, según el delegado Ricardo Monreal, es de su entera confianza. Pero Nico se ha convertido en el primer gran
error del exgobernador de Zacatecas en su carrera hacia el gobierno del
Distrito Federal en el 2018.
Todos recuerdan a Nico, aquel chofer
del Tsuru de Andrés Manuel López Obrador que luego se descubrió que
ganaba más de lo que, supuestamente, ganaba el entonces jefe de Gobierno. Para
Jorge Fernández aquel error, luego se dijo que, además de sus funciones como
chofer, Nico se encargaba, también, de la seguridad de López Obrador y
era una especie de asistente especial de éste. En realidad se ocupaba de muchas
de las actividades oscuras que el propio Andrés Manuel no podía realizar.
Pero la época del Tsuru quedó atrás y desde hace tiempo Andrés Manuel se transporta en camionetas y tiene su
propio cuerpo de seguridad, y Nico conducía, pasada la elección del 2006,
un Mustang rojo por las calles de la ciudad. Y comenzaron a llegarle negocios
muy lucrativos, pero, también, significativamente oscuros.
El primero importante fue la concesión de alimentos de la cárcel
del municipio de Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, en cuanto asumió la
presidencia municipal el entonces perredista Gregorio (Greg) Sánchez, luego
detenido acusado de relaciones con el cártel de Los
Zetas, liberado y más tarde, otra vez, acusado de lavado de dinero
y relación con el narcotráfico por actividades ligados a esos grupos en
Argentina. El hecho es que Greg designó como director del penal de Benito Juárez, al exjefe de
seguridad de Andrés Manuel López Obrador, Marco Mejía López,
un subordinado de Nico y éste le otorgó la concesión de alimentos
de la cárcel municipal a Nico, mejor dicho a
las empresas de sus hermanos que, por supuesto jamás se habían encargado ni
remotamente de algo parecido.
Por supuesto, no hubo licitación alguna: se trató de una
“licitación (tan) restringida” que la única empresa que participó fue la
ganadora. Se llamaba Tabana Banana SA de CV, y sus accionistas eran Rafael Fernando Marín Mollinedo y María Amada Mollinedo Valencia, con 20 por ciento y 80 por ciento de las acciones,
respectivamente. La empresa ganadora del contrato tendría ganancias por 17
millones de pesos al año y el responsable de su comité de vigilancia era el
propio Nicolás Mollinedo.
Pero el 3 de febrero de 2009 comenzaron a complicarse la cosas
para Sánchez, Mollinedo y Mejía. Fue
designado secretario de Seguridad Pública del municipio el general (acababa de
pasar a retiro) Manuel Enrique Tello Quiñones, que había sido un muy eficiente jefe militar en Michoacán, con Lázaro Cárdenas Batel. El propio general Tello había sido injustamente acusado y
detenido en su momento por la muerte de cuatro jóvenes de la colonia Buenos
Aires, en el Distrito Federal, un proceso manipulado, pero que fue clave para
el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en
la Ciudad de México en 1997.
En la noche del 2 de febrero del 2009, el general Tello fue presentado, en una cena con todos
los principales mandos policiales y de seguridad del municipio, en uno de los
restaurantes más emblemáticos de Cancún. Terminando la cena, en el
estacionamiento, al general y su ayudante se les acercaron un grupo de sus
comensales. Los secuestraron. Se los llevaron a la cárcel municipal de Benito
Juárez donde fueron salvajemente torturados. A la madrugada siguiente sus
cuerpos fueron arrojados en la carretera que une Cancún con Mérida.
Hubo numerosos detenidos por ese crimen, en muy buena medida por
la investigación realizada por fuerzas militares (en ese momento el general Tello era el mando militar de mayor nivel
muerto por el narcotráfico) y por la Procuraduría General de la República. Uno
de los detenidos fue el director del reclusorio, Marco Mejía López.
Mejía López antes de ser director del reclusorio
municipal había sido el titular de la Subdirección Operativa y de Servicios del
Gobierno del Distrito Federal, que dependía de la Coordinación de Logística, a
cargo de Mollinedo. Cuatro años después, Mejía López abandonó el penal de alta seguridad de El
Rincón, en Nayarit. A pesar de los testimonios en su contra de los
sicarios que mataron al general Tello y que se comprobó que el
general había sido secuestrado y torturado dentro del reclusorio, un juez
consideró que no había suficientes pruebas contra Mejía. Su
defensor fue el mismo que lo había ordenado detener, Rodolfo de la Guardia,
poco después, él mismo detenido, por la llamada operación limpieza en la
Procuraduría General de la República. De la Guardia también quedó
en libertad tiempo después.
Mollinedo regresa ahora con Ricardo Monreal a
hacerse cargo de la dirección de Servicios de Limpia, un puesto con poco glamour,
pero clave como bien lo supo el propio Andrés Manuel López Obrador y sobre todo Marcelo Ebrard,
en su momento, para hacer amarres con sectores tan poderosos en la capital como
los de recolectores de basura. Son cinco líderes, el más importante de ellos Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
Interesante
y muy revelador de la podredumbre del amiguismo que, desde hace mucho tiempo,
campea en la política de este país y que permite que sujetos como Nico escalen ¿no
le parece?
***
Por hoy vamos dejándolo aquí, nos
vemos mañana, hora y lugar de costumbre, cuando tengamos un número más de EL
AJUSTE DE CUENTOS pero ahora, y por favor, ya no le haga usted más al cuento y
¡ya váyase a trabajar! ¿no le parece? no vaya siendo la de malas porque
entonces sí que ya la…
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