Cancún Quintana Roo Vienes 03 Mayo 2013 José Luis Peraza
La zona más vigilada
y segura del mundo es, desde las 00.00 horas de ayer, o sea desde las
doce de la noche del pasado miércoles, y hasta hoy al mediodía, el hangar
presidencial del aeropuerto de la ciudad de México (AICM) donde salieron 28
vehículos para el transporte de ayudantes, personal de la Casa Blanca y agentes
del servicio secreto encargados de la seguridad del Presidente Obama, además de
dos ambulancias y, desde luego, las dos espectaculares limosinas blindadas
mejor conocidas como las bestias, cuatro patrullas de la Policía Federal y un
montón de motociclistas de tránsito y de varios noticieros, formaron el muy
llamativo y veloz desfile que, a su paso por las vías rápidas de la Ciudad de
México, llamó la atención de los capitalinos que se detuvieron a observar su
paso cuando llevó al moreno visitante hasta Palacio Nacional donde le esperaba
su homólogo Enrique Peña Nieto.
Haciendo las cuentas más de 7 mil policías, militares y
agentes de Estados Unidos vigilan las zonas donde el presidente de Estados
Unidos Barack Obama realizará alguna actividad, señalaron funcionarios del
gobierno mexicano. Desde luego que en el hangar también dejaron al numeroso
grupo de “nanas” del Air Force One encargado de limpiarlo, reabastecerlo de
viandas y chupes y, sobre todo, cuidar que no se le acerque ningún maloso
encapuchado del CCH y lo grafitee, le baje una llanta o se cuele al interior
buscando un “recuerdito” ¿se imagina?
Lo bueno fue que el moreno llegó a tiempo y, en caliente
se traslado al Palacio Nacional, se reunió con Peña Nieto, comieron y se fue a
su hotel a echarse un coyotito (le dicen ajuste de tiempo) mientras llegaba la
hora de juntarse a cenar invitado por Quique.
***
Más tarde, el
presidente de México, Enrique Peña Nieto, ofreció una cena a su homólogo de Estados Unidos,
Barack Obama, en la Residencia Oficial de Los Pinos, conforme a la agenda
programada. En punto de las 19:14 horas
la caravana de vehículos que trasladó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ingresó a la
residencia oficial de Los Pinos
en donde su homónimo mexicano, Enrique
Peña Nieto, acompañado de su familia ya lo esperaba para cenar.
“La Bestia”, me refiero a la limusina de
Obama, ingresó por la avenida Alincastre hacia la calle que lleva a la
puerta cuatro de la residencia oficial de Los Pinos acompañada del resto de los
vehículos que integran la comitiva. Los ingresos a la residencia oficial de Los Pinos están resguardados con vallas
y vigilados por elementos del cuerpo de guardias presidenciales y del Estado Mayor Presidencial.
En la cena de carácter privado, se encuentran el secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam y el embajador de
México en EU, Eduardo Medina.
Este es el primer viaje de Obama a México desde que en
diciembre pasado Peña Nieto asumió el poder
***
Dejando a un lado
el aspecto político, una de las cosas que más ha llamado la atención de la
visita es “La Bestia”,
la limusina en la que se transporta el mandatario estadounidense por las calles
de la Ciudad de México.
Y es que no
se trata de un automóvil cualquiera, pues “La Bestia” es un modelo especial de
Cadillac, el cual ha sido equipado para proporcionar el más alto nivel de
seguridad.
Con un costo
aproximado de 2 millones de dólares,
cada pieza del auto está pensada para proteger al mandatario de cualquier
amenaza; desde una ofensiva con armas de alto poder, hasta un ataque biológico.
En resumen: hablamos de una verdadera fortaleza móvil.
Hoy es 3 de mayo, Día de la Santa Cruz y día del albañil. Hoy es el día
en que los maestros de la plomada y la cuchara dicen ¡salud! en repetidas
ocasiones y le meten con fe y entusiasmo imparable a las viandas que “el inge”
tiene que poner. A todos ellos ¡felicidades! porque sin ellos el paraíso no
sería lo que es hoy día.
Yo se que a usted le vale lo que haga Obama pero la
verdad es que había mucha hueva y teníamos que llenar el espacio de hoy y pues
ni modo. Además es beviernes y todo se vale. Nos vemos el lunes cuando
tendremos, si quién TODO lo puede nos lo permite, un número más de EL AJUSTE DE
CUENTOS. Ya sabe llévela suave, tómelo con calma o con soda y si va al torneo
de Majahual pos ¡salud y buena suerte!
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