Hoy le invito a que se
chute completita la columna de Jesús Rivero Casas publicada el pasado domingo en
un periódico de circulación nacional y que por lo interesante de su contenido que
nos permite refrescar la memoria para que no se repita en nuestro país,
comparto con usted en EL AJUSTE.
Después de 20 años del
asesinato de Luis Donaldo Colosio sólo ha sido posible comprobar una verdad:
Carlos Salinas fue el menos beneficiado con su muerte.
La versión más popular es que el autor
intelectual del crimen fue Carlos Salinas de Gortari, sin embargo, tras la
muerte de Colosio, el más quemado es él: no obtiene el cargo de presidente de
la Organización Mundial de Comercio, Zedillo entamba a su hermano,
les congelan las cuentas y él se tiene que ir del país. Ni en el peor de los
escenarios, Salinas habría cometido un suicidio político.
Es noviembre de 1994, Manuel Camacho y Luis
Donaldo Colosio son los favoritos para la candidatura presidencial. Aunque
Salinas ya tiene a su elegido, le preocupa mucho controlar la reacción de
Camacho, no quiere repetir el escenario de 1988 en el que la salida del Ing.
Cuauhtémoc Cárdenas fracturó al PRI. El presidente destapa a Luis Donaldo
durante una gira por Sonora. Camacho se rehúsa a reconocer al ganador, Salinas
lo persuade, son amigos y cómplices de la vida, intenta recompensarlo
ofreciéndole la Secretaría de Relaciones Exteriores. Camacho acepta.
Hay un reconocido enfrentamiento
entre los dos presidenciables que se alarga aún después de la nominación de
Colosio. Camacho nunca pierde la esperanza de que Salinas reconsidere su
decisión sobre su sucesor. El levantamiento armado en Chiapas le ofrece una
ventana de oportunidad a Camacho, convence al presidente de ser nombrado Alto
Comisionado para la Paz, esta figura lo coloca frente a los reflectores
nacionales. Rápidamente, el comisionado opaca al candidato. En febrero, Colosio
advierte que el presidente le está permitiendo a Camacho figurar nuevamente
como presidenciable. Colosio piensa en renunciar. El grupo detrás de Colosio
comienza a bloquear la encomienda de Camacho.
La opinión pública a través de los
medios no deja de hacer notar la presencia de dos candidatos. Salinas permite
los rumores, le hace creer a Camacho que aún puede ser el candidato, el fin es
mantenerlo dentro del PRI y capitalizar el conflicto armado en Chiapas a través
de su figura. El 4 de marzo, Colosio se registra formalmente como el candidato
del PRI a la Presidencia de la República, Camacho comprende que ha perdido. El
21 de marzo, Salinas instiga a Camacho a declarar que no pretende ser
candidato.
El conflicto en Chiapas y Camacho
habían restado relevancia a las campañas presidenciales, el equipo de Colosio
prepara un cambio de estrategia discursiva, el 6 de marzo Colosio denuncia
fallas y aciertos del gobierno y se presenta como un político distante del
sistema. La estrategia da resultado, el propio Salinas le hace llegar una
encuesta en la que le muestra un aumento favorable en las percepciones del
electorado. No existió un distanciamiento entre él y el presidente.
El 23 de marzo Colosio es asesinado,
Carlos Salinas entonces es vulnerable, como nunca. El proyecto político está en
crisis. Su gente de confianza es impedida legalmente a ocupar la candidatura.
Luis Echeverría se presenta en Los Pinos a unas horas de la tragedia para
sugerirle a Emilio Gamboa y otros a Ortiz Arana. Córdoba Montoya logra
persuadirlo hacía Ernesto Zedillo, quien había sido sugerido antes de la
designación oficial de Colosio. Camacho es enjuiciado públicamente, el grupo de
Colosio trata de hacerlo ver como el autor del crimen. Salinas nuevamente
rescata a Camacho, le pide a Diana Laura Riojas (esposa de Colosio) exonerarlo
públicamente a través de una carta dirigida a la opinión pública. El fiscal
designado para llevar a cabo la investigación habla de una “acción concertada”,
es un complot dicen los medios. Al final afirma que Mario Aburto Martínez actuó
solo. En 1995, el gobierno de Ernesto Zedillo reabre el caso.
Cabos sueltos: -Salinas siempre estuvo convencido de la candidatura de Colosio, sin
embargo hizo creer a Camacho lo contrario para evitar su salida del PRI.
Colosio también lo creyó, todos lo creyeron. Salinas quiso de algún modo
generar un contrapeso, fingir la posibilidad de un relevo y asegurar con
Colosio los acuerdos transexenales.
-Aún cuando Camacho creyó tener la
posibilidad de ser candidato después de la designación de Colosio, no habría
sido beneficiado con su muerte, él mismo habló con Salinas después del
asesinato para pedirle no ser considerado por ningún motivo candidato a la
presidencia. Camacho sabía que su oportunidad había terminado con el registro
oficial de Colosio. ¿Qué razón podría tener para asesinar a Colosio?
-En 1995 Carlos Salinas denunció en
los medios ser víctima de una campaña en su contra orquestada por Luis
Echeverría Alvarez. En 2014, afirma que grupos opositores a sus reformas
quisieron descarrilar su gobierno. Durante el interrogatorio sobre el caso
Colosio, afirmó haber tocado intereses de grupos políticos que pretendían
perpetuarse en sistema político.
- Las confrontaciones entre Raúl
Salinas y Luis Donaldo Colosio pudieron haber tenido que ver con los negocios
ilícitos de Raúl. Colosio podría haberse constituido como un riesgo político
dentro de su propio equipo. El gobierno de Ernesto Zedillo acusó a Raúl Salinas
de ser el actor intelectual de la muerte de José Francisco Ruiz Massieu. ¿Qué
razones personales tuvo Zedillo para enjuiciar a Raúl?
- En 2014 Carlos Salinas afirmó que
después de la aparición del EZLN se dio cuenta de que “fallaron los sistemas de
información” por lo tanto hubo cambios en el gabinete. En 1994 le hizo saber a
José María Córdoba Montoya que había cosas que deseaba tratar directamente con
el gabinete y que su figura perdía relevancia, por ello, en cuanto el Banco de
México obtuviera autonomía él dejaría el cargo y se dedicaría a vigilar el
traslado de los fideicomisos al Gobierno Federal. Después de la muerte de
Colosio Salinas separa a Córdoba Montoya de la política nacional y lo designa
representante de México ante el BID. Ernesto Zedillo, su aliado inseparable,
siendo presidente, le pide dejar el cargo ante el organismo internacional. El
fiscal Pablo Chapa, deja notar que Córdoba Montoya podría haber tenido
injerencia en los movimientos de la seguridad de Luis Donaldo Colosio. Jesús Rivero Casas
Aunque hay cosas que
seguramente usted ya sabía, bien vale la pena recordar algunos detalles del día
más negro en la historia política de este país. ¿No le parece?
***
Ayer se aprobó la Ley
de Ordenamiento Social que prohíbe las manifestaciones que afecten a terceros. De
esto podrá usted enterarse a fondo en los periódicos de hoy mismo.
Así las cosas mejor
vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL
AJUSTE DE CUENTOS mientras tanto llévela suave, pórtese bien, cuídese mucho y sea
feliz.
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