Ayer agotamos el espacio de EL AJUSTE y
aunque lo teníamos presente, y precisamente por la falta de espacio, no
incluimos una efeméride que nos hizo recordar aquellos años mozos en los que,
en la capital Chetumal, disfrutamos y bailamos sus canciones.
Un día como ayer, 11 de Mayo, pero de 1981 falleció uno de los
músicos más reconocidos a nivel internacional, Robert
Nesta Marley Booker, popularmente conocido como Bob
Marley. Músico jamaiquino a quien se le reconoce como el principal
representante de la música reggae y el principal difusor del movimiento
rastafari a nivel mundial.
Ayer se conmemoraron 35 años sin su estadía en los escenarios
y en los estudios, y es que a pesar de que fue diagnosticado con cáncer
prematuramente, por su religión optó que no se realizarán los ejercicios
médicos que podían haberlo salvado, así que dejó que éste avanzara rápidamente
hasta que cobró con su vida a los 36
años de edad.
La música de Bob Marley está llena de
muchos mensajes, aún vigentes, hacia la sociedad, donde hace hincapié en la
unión, en el amor, en dejar a un lado las ambiciones y en mostrar a todo el
mundo que el dinero no lo es todo, que al final este no puede comprar la vida.
La mayoría de sus letras estaban impregnadas de la filosofía rastafari, y a
pesar de que popularizó este movimiento, la misma organización no lo atribuye
como un fiel representante debido a que irrumpió la ética rastafari por tener
varias esposas, pero esos son otros temas.
El día de hoy quisimos recordarlo,
mientras dábamos forma a EL AJUSTE pusimos su música de fondo y la verdad es que
nos hizo regresar a los bailes de la
explanada en los que Byron Lee y sus Dragonaires, lo más cerca que pudimos
estar de Bob Marley, nos hacían bailar rociados con harto Apletton. Desde luego
que inmediatamente identificamos su voz,
así que decidimos recordar uno de los momentos clave para Jamaica, peligroso
para él y más representativo en su carrera musical, un acontecimiento verdaderamente histórico que
pone en ejemplo en que la
unión es la única fuerza que logra hacer los cambios positivos.
Se trata del Smile Jamaica, también
conocido como El concierto para la
paz, un concierto que logró apaciguar la situación conflictiva que vivía Jamaica en ese entonces,
pero que puso en peligro la vida de Marley y sus acompañantes.
En los años 70, Jamaica vivía una
situación política bastante delicada, se generó una violencia sumamente
agresiva en donde se desencadenó una guerra civil entre pandillas de pistoleros
militantes de los dos principales partidos políticos en ese entonces, el Partido Nacional del Pueblo (socialista
democrático) y el Partido Laborista de
Jamaica (centro-derecha conservador). A pesar de que la policía y
los militares tomaron las calles para tomar el control, la situación seguía
siendo grave y continuaban elevándose la cifra de heridos, una buena parte
inocentes que se cruzaron en un mal momento.
En ese entonces Bob Marley ya era un músico
consagrado y un ícono de la música Jamaiquina. Desde siempre su música mostraba
una posición pacifista apolítica, así que optó por llevar a cabo un concierto
gratuito en el Parque de los Héroes Nacionales de
Kingston el 5 de diciembre de 1976 para incentivar la paz y frenar las
muertes.
Desde un principio todos veían el
concierto como una situación bastante sensible teniendo en cuenta que podrían
reunirse en un mismo sitio simpatizantes de ambos bandos, lo que podría generar
una increíble disputa en un lugar público y en donde indudablemente se
congregarían un gran número de asistentes. Varias veces se le recomendó a Bob Marley cancelar el
concierto para evitar cualquier conflicto, pero él siempre permaneció aguerrido
en llevarlo a cabo.
Días antes del concierto, el 3 de diciembre, Bob Marley, su esposa Rita, Lewis Griffith y el
manager Don Taylor fueron
heridos por un atentado de pistoleros desconocidos en su propia casa, se cree que
se trató de una represalia por parte de los sectores políticos que rechazaba
dicho concierto debido a que se creía que apoyaba de una u otra forma al
candidato del Partido Nacional del
Pueblo, aunque también existen teorías mucho más controversiales en
las que se adjudica a la CIA, ya
que supuestamente Michael Manley -candidato
del Partido Nacional del Pueblo– se
estaba acercando mucho a Fidel
Castro.
Todos fueron heridos, de hecho Marley
recibió una bala muy cerca del corazón y a pesar de las recomendaciones
médicas, de sus amigos y representantes, dos días después se vio de pie sobre
el escenario del Smile Jamaica,
en donde cuando se le preguntó que qué hacía ahí, respondió: La gente que está tratando de hacer
este mundo peor no se toma ni un día libre, ¿cómo podría tomarlo yo? Ilumina la
oscuridad.
Fue entonces que se llevó a cabo el
concierto. La increíble congregación de personas se mantuvieron en calma y
disfrutaron exclusivamente la música, olvidando así las horribles experiencias
que comenzaban hacerse habituales en sus vidas diarias. Pero el momento
histórico fue cuando Bob Marley y
sus músicos ejecutaban su éxito “Jammin”, en donde, mientras la música sonaba,
se dirigió a la gente para dar un mensaje de paz, e invitó al escenario a dos
personas muy, muy importantes…Michael
Manley del Partido
Nacional del Pueblo y su principal opositor, Edward Seaga, del Partido Laborista de Jamaica. El
momento más eufórico es donde Bob
Marley invita a los dos candidatos a darse la mano en público y
mostrar que la unión es mejor que las disputas, sin duda uno de los mejores
mensajes que dio en toda su carrera musical, de una manera tan espontánea y
hermosa.
Ambos políticos no se volvieron a dar
la mano hasta el 21 de mayo de 1981,
el día del funeral de Bob
Marley.
***
Esta que ahora le voy a
contar en verdad está muy buena porque la corrupción mueve cada año entre mil
500 y 2 mil millones de dólares en sobornos tanto en países pobres como ricos,
alertó ayer miércoles la directora gerente del Fondo Monetario Internacional
(FMI), Christine Lagarde.
Las pérdidas por los
sobornos representan aproximadamente el 2 por ciento del producto interno bruto
global, señaló Lagarde en un ensayo que será presentado hoy jueves en la Cumbre
Anti Corrupción convocada por el primer ministro británico, David Cameron, en
Londres.
No obstante, en su
documento Lagarde recordó que "los sobornos son
apenas una parte de todas las posibles formas de corrupción y por lo tanto el
costo total es muy elevado".
En general, señaló Lagarde, la
suma de los costos directos e indirectos de la corrupción "conduce al bajo crecimiento y a un
crecimiento de la desigualdad" y tiene un impacto corrosivo en las
sociedades, como la desconfianza en los gobiernos y erosión de valores sociales”.
Además, la corrupción frena la
inversión tanto local como extranjera y ayuda a perpetuar la ineficiencia, con
consecuencias directas en la capacidad de los gobiernos de aplicar recursos en
áreas como educación y salud.
Así, el fenómeno "afecta desproporcionadamente a los pobres,
ya que esas personas dependen más de los servicios de gobierno”, dijo.
En la visión de Lagarde, el
enfrentamiento eficaz del fenómeno de la corrupción requiere un abordaje
"holístico" que incluya los elementos que componen la imagen del
'palo y la zanahoria', en la forma de sanciones e incentivos.
"Diversos
instrumentos en general caracterizados como de naturaleza disciplinaria (el
palo) pueden mejorar la rendición de cuentas. Otros instrumentos proporcionan
refuerzo positivo (la zanahoria)", escribió Lagarde en su
ensayo de 13 páginas.
Sostuvo que "el mayor desafío surge cuando la corrupción
ha permeado una sociedad al punto en que las instituciones que deben aplicar la
ley se ven comprometidas en su integridad y credibilidad”.
Al analizar el papel que el
sector privado puede desempeñar en el combate a la corrupción, Lagarde recordó
que "por cada soborno aceptado por
un funcionario público, un soborno es ofrecido por una personas proveniente de
la iniciativa privada”.
Según Lagarde, la corrupción
termina por introducir "enormes
cantidades de imprevisibilidad a los negocios, y por ello el sector privado
debe ser un aliado para erradicar prácticas corruptas”.
Lagarde admitió que existía "considerable sensibilidad" al hecho
de que el FMI arroje luz sobre la corrupción, pero destacó que la entidad no
podía considerar países a la luz de sus políticas monetarias o financieras "cuando el problema de la corrupción es
endémico".
Por hoy vamos dejándolo aquí, nos
vemos mañana, hora y lugar de costumbre, cuando tengamos un número más de EL
AJUSTE DE CUENTOS pero ahora, y por favor, ya no le haga usted más al cuento y
¡ya váyase a trabajar! ¿no le parece? no vaya siendo que su jefe le ponga “I
Shot de Sheriff”, de Bob Marley, y el sheriff sea usted porque entonces sí que
ya la…
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