jueves, 12 de mayo de 2011

EL MOTÍN Y SU SEGURAS CONSECUENCIAS

Estamos de acuerdo, el motín de ayer en la cárcel de Cancún, fue una cortina de humo, un distractor cuyo único fin era, y finalmente fue, acabar de una vez y para siempre con Óscar Melchor Dzul Cortés (a) “El Piolín” cuando estaba por declarar en torno al asesinato de tres reos integrantes del grupo delictivo conocido como “Los Pelones” ocurrido en días pasados en este centro de reclusión.


La verdad es que desde hace ya muchos días, los reos habían manifestado su inconformidad por el cambio de mando y la imposición de nuevas reglas de juego que no son otra cosa que la aplicación, a rajatabla, del reglamento interno que de un tiempo a esta parte se había relajado demasiado al grado de, usted recordará, permitir la salida de algunos reos para que cometan serios delitos e incluso asesinatos y luego de cometerlos, regresaban tranquilamente a sus celdas como si nada hubiera pasado.

Lógicamente cuando se cambiaron las reglas, los internos pegan el grito al cielo y se quejan de todo, del severo control y revisiones los días de visita, de que no les permiten a sus familiares el ingresar alimentos y recientemente de la comida que, dicen, es insuficiente, de mala calidad y se sirve muy tarde pero olvidan que están donde están no precisamente por buenos ciudadanos, que están pagando por los delitos cometidos en contra de la sociedad que paga, con sus impuestos, por su comida, por el agua con la que se lavan las nalgas, por la energía eléctrica de también utilizan, se olvidan que no están en la posición de exigir nada, ¡están presos, punto y se acabó!

Desde luego que los de “Derechos Humanos” se escandalizaron por el trato recibido por estos cab..alleritos por parte de la autoridad, que los sometió aplicando la rudeza necesaria en estos casos, y anunciaron que llevarán a cabo las investigaciones pertinentes para luego emitir su acostumbrada “recomendación” ( que no sirve para nada) argumentando, seguramente, que se violaron los derechos de los internos olvidando que muchos de ellos secuestraron y violaron a niños, niñas y personas adultas inocentes y, en muchos casos, violaron el primordial derecho de todo ser humano, el derecho a la vida ¿no le parece?

¿Querrán estos señoritingos hablar de “Derechos Humanos”? ¡No ma…no!



Lo único que lograron los reclusos es que las reglas cambien, que se endurezca el control y que, ahora sí, se les acabaron sus canonjías y van a tener que enfrentar y acatar las órdenes dictadas por el militar a cargo, nada más pero tampoco nada menos.



Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento, mejor pórtese bien no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la…

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