Dicen los que de esto dicen saber que “en este país no solo no avanzamos, ¡también vamos pa´tras!” y es que desde hace algunos días se ha puesto en la mesa de debates en cantinas, cafés, oficinas y todo aquél lugar donde se junten dos ó más personas, el tema de las drogas, su consumo y su combate.
No son pocos los que consideran que se debe seguir combatiendo la siembra, cosecha, transporte, acopio, venta y consumo de enervantes como la marihuana, pero también la importación de precursores químicos, la fabricación, posesión, transporte y exportación de sustancias químicas que resultan más peligrosas porque ponen en riesgo la vida de los consumidores toda vez que ignoran de que están elaborados y solamente conocen y “disfrutan” de los efectos que estos químicos producen en su organismo sin hacer conciencia del deterioro que causan en él.
Es por esto que resulta ocioso el “debatir” sobre el tema de la despenalización del consumo de drogas con el banal argumento de que si se dejan de prohibir bajará el consumo toda vez que “lo prohibido es más atractivo” y entonces al dejar de ser penalizado su consumo perderá el interés entre los jóvenes y adultos adictos a estas sustancias.
Antes de pensar en despenalizar el consumo de drogas, de cualquier tipo, ¿Por qué no pensar en, desde temprana edad y en las escuelas, informar a padres e hijos de los peligros para la salud física y mental que representa el consumo de enervantes?.
Recientemente el director del Centro de Integración Juvenil en Cancún, Soilo Salazar García, dio a conocer que, en Benito Juárez, el 24 % de personas que atienden en el CIJ son menores de edad y que por cada 100 jóvenes, 25 son de educación media superior y superior tanto del sector público como del privado, lo que revela que la edad en la que los jóvenes son más vulnerables oscila entre los 10 y los 18 años.
Para Soilo “Este rango es donde tenemos que trabajar con mayor intensidad e incluso es cuestión de los programas de prevención para que puedan estar informados y creen una percepción de riesgo ya que regularmente la población joven inicia con drogas legales como el alcohol y el tabaco, para posteriormente pasar a consumir marihuana y crack, entre otras sustancias. Los jóvenes mayores que atendemos en el CIJ, son usuarios frecuentes de alguna sustancia que vienen con un patrón desde el hogar, el lugar que debería ser el sitio más seguro es donde se inicia el consumo”.
Esta es una realidad tan grande como una catedral y reveladora de que las declaraciones y sugerencias de algunos políticos, como Vicente Fox, en el sentido de que el despenalizar las drogas abatiría la demanda y el consumo entre la población consumidora activa es una estupidez aún mayor.
Los hay quienes aseguran que “lo que deberían hacer en lugar de declarar boberías, es limpiar, pero en serio, a fondo, con firmeza, sin miedo y sin complicidades a las policías de todo el país ya que están seriamente contaminadas y que decir de la de Cancún en donde, desde los jefes, solo sirven para proteger a los bandidos”.
Otros opinan que: “pos mira mano, si estando como estamos las cosas están como están, pos imagínate que se permita que los chavos anden por la calle con su “toque” ó su “pase”, taría cañón ¿no te parece?.
Sin duda alguna que su opinión (la de usted apreciado lector) es muy importante, así que yo le invito a que se tome un tiempecito y nos la deje saber ¿Cómo la ve?
Por otra parte déjeme decirle que, como siempre sucede, la historia se repite en ciclos y las sociedades no aprenden de ella, Cancún no sería desde luego la excepción. En 1991 Transtur (después Turicún) empresa también de “los taxistas de Cancún”, trató como hace unos días Maya Caribe también empresa por ahora de “los Taxistas de Cancún; aprovechando la distracción que acarrea un cambio de administrador del gobierno municipal, hacer valer los derechos que le “otorgaba” la concesión de trasporte urbano para prestar servicios en el bulevar Kukulcán, que extrañamente no brindaron desde el momento que la obtuvieron.
Antes Luis Cervera, hoy “Manolo” Pérez Mendoza, se sienten con los arrestos suficientes para poner en jaque a la ciudad bloqueando la principal avenida de este centro turístico. En esta ocasión la sangre si llegó al río y hubo lesionados y detenidos al verse obligada la autoridad a cumplir con su obligación de defender el interés general. Y es que arropados por un ya falso corporativismo priísta (aunque todos sus agremiados votan por otros partidos) siempre quieren ganar en río revuelto, y con un objetivo colateral, provocar inestabilidad y hacer sentir su “poderío político” para futuras negociaciones y consecuentes prebendas, desde luego -hoy demostrado- que lo de menos es la filiación partidista del gobierno, pues éste siempre tiene recursos.
Es para reírse pensar cuanto tiempo tardará esta empresa en desincorporarse del patrimonio del sindicato, y en lugar de los Noya antes taxistas y volqueteros hoy empresarios y constructores; veamos a los Manolos y Viveros al frente de una nueva empresa “privada” del transporte urbano, y de nueva cuenta una puja más porque una nueva empresa propiedad de los “taxistas” quiera de nuevo acceder al bulevar.
Será posible que el nuevo gobierno del Estado que muchos quintanarroenses deseamos que inicie, sea capaz de promover una reforma que le otorgue verdaderos derechos laborales, sindicales y sociales a los operadores, que permitan una mejor capacitación y desde luego mejor servicio, que conviertan a la organización en una de las principales ofertas de transporte seguro a los millones de turistas que nos visitan y ya no sean violadores, distribuidores de drogas y proveedores de servicios sexuales y uno de los tantos factores de inseguridad que tanto daño le hace a la imagen de este destino turístico.
Urge que nuestras autoridades de verdad obliguen a cumplir los índices de calidad que Cancún se merece en cuanto al transporte urbano se refiere, desaparecer la contaminación visual que las unidades ocasionan anunciando hasta burdeles, incorporar autobuses en estado adecuado y no me medio uso como son la mayoría actualmente, regular el ciclo de rutas y paradas para optimizar el servicio y no complicar la vialidad y que no solo la zona turística sino la ciudad entera obtenga un servicio acorde a la tarifa que paga. Pero todo esto estimado lector también provoca risa. ¿no le parece?
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos en el próximo número de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento, las drogas no se van a legalizar y los jaloneos con los transportistas van para largo así que no se meta usted en ninguna de estas broncas, no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la….
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