La noche del pasado domingo, el país entero, hablo de la población ya que afortunadamente la República no se partió, y hasta eso, creo que apenas la mitad de la mitad de la mentada población, estuvo pendiente de su televisor esperando el momento de que se anunciara el ganador del Oscar al mejor actor y se esperaba oír “And the winner is…. Demían Bichir”.
Mala cosa eso de esperar demasiado de la vida, sobre todo cuando hay quienes, a toda costa, se empeñan en arruinárnosla como sucedió con los premios de la academia que, claro, son americanos y como tales discriminan a los mexicanos hasta en las películas aunque, como Bichir, seamos más fregones que ellos en muchas cosas.
Sin embargo esta fiesta del cine año con año nos despierta la ilusión y año con año esperamos que una película o un actor mexicano se gane el Oscar aunque no haya ninguna película o actor o actriz compitiendo, ahora que ya logró colarse Bichir y no ganó, hemos de esperar hasta el próximo año a ver si otro made in México se mete a la lista de soñadores.
Pero, ¿Qué cree? hoy en EL AJUSTE le voy a aliviar la frustración y le voy a mostrar que hubiera pasado si los Oscar se entregaran en México y, es más, a políticos mexicanos, veamos:
Sin duda alguna el Oscar al mejor actor se lo hubiera llevado, de calle, Andrés Manuel López Obrador, alias AMLOVE, por su papel en el largo, muy largometraje “La República Amorosa” en la que da vida a un hombre bipolar que en un pestañazo pasó de ser un rencoroso amargado a un amoroso patriota. Aunque el rodaje de la cinta sólo tardó doce años, ya es considerada como un clásico a pesar de su muy furris argumento.
Desde luego que el Oscar a la mejor actriz es, sin duda alguna, para Elba Esther “La Maestra” Gordillo, por su protagonismo en el documental “De Panzazo” en el que interpreta, de manera brillante, a una lideresa sindical corrupta, cínica y sin escrúpulos. La desvergüenza, el nepotismo y la transa son las “virtudes” que enaltecen a tan magnífica actriz que suele poner de rodillas a los más poderosos que se rinden ante su muy enigmática belleza que muchos han calificado como “fuera de este mundo”.
La estatuilla dorada al mejor actor de reparto… de riqueza, es para Humberto Moreira quién destacó por su papel en la película “El Falsificador”, donde teje una serie de trapacerías, enredos y complicidades entre su secretario y la Secretaría… sí, la de Hacienda. Dicen que la producción de esta película, made in Coahuila, rebasó los 33 mil millones de pesos que la convierten, por mucho, en la más cara de la historia de la muy rentable industria de la política. Se prevé recuperar la inversión pronto, en unos 50 años, más o menos si es que logran colocarla en video clubs de todo el mundo y en canales de televisión.
El esperado Oscar al mejor director es para… Gerónimo Miguel Andrés Martínez, por su película “Sueños de fuga”, donde se interpreta a si mismo como el director de la cárcel de Apodaca. Algunos críticos se han ensañado con su trabajo y hay quienes dicen que “Sueños de Fuga” es la más sangrienta de la historia y cara por el pago de indeminizaciones ya que Incluso las 44 muertes de “extras” que se ven en el celuloide son reales. Hay que recordar que ya antes, Gerónimo Miguel intentó algo semejante como director en la Cárcel de Santa Martha, llevando como extras a extorsionadores y plagiarios de la banda de La Flor que, en este caso, bien hubiera quedado en el script que murieran, digo, como parte de la historia.
Y el Oscar a la mejor película extranjera es para… “Los indignados”. Esta cinta cuenta la historia de un movimiento que nació en Europa y se extendió en todo el mundo entre los jóvenes hartos de los políticos. A través de protestas exigen al gobierno mejores condiciones de vida. “Los indignados” se inspira en las revueltas sociales de la Primavera Árabe, que corrieron como verdaderos caballos árabes y tumbaron a los gobiernos de Túnez, Egipto y Libia.
Menciones honoríficas: Enrique Peña Nieto, por su “papelón” en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y por su gran actuación en la cinta “Nosotros los proles, ustedes los ritos”.
También merece mención Josefina Vázquez Mota, por su papel en “Dios mío, hazme la buena, por favor”, una atinada adaptación a la pantalla grande de su propio libro: “Dios mío, hazme viuda por favor” que es, a su vez, la segunda parte del laureado “Quiero ser Presidente(a)”
And at last, but not least, (El último pero no menos) Gabriel Quadri, por su debut en la pantalla grande y su primer protagónico en la película “El hombre invisible”. De hecho, en toda la historia nunca se le ve y sólo sabemos que es él porque al final aparece su nombre (chiquito) en los créditos de salida.
Es así como llegamos al final (The End) de esta entrega de reconocimientos a las figuras más destacadas de la política nacional, pero si usted tiene algún otro candidato que merezca un reconocimiento, pos no dude en compartir porque puede haber entre los políticos del patio algún digno ganador.
Usted apreciado por aferrado lector de EL AJUSTE, seguramente recordará que hace apenas unos días le contábamos de las sugerencias y recomendaciones que destacadas mexicanas que en su momento soñaban con ser las meras-meras de este país, le hacían a Josefina Vázquez Mota, el nuevo estandarte del feminismo a la mexicana. Hoy le cuento que la tarde de ayer, la precandidata electa del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, comió con dos de ellas, Cecilia Soto y Patricia Mercado.
Ambas ex candidatas a la Presidencia de la República (1994 y 2006) hablaron con Vázquez Mota de su propia experiencia al aspirar al puesto del máximo del país. Cecilia Soto fue en su momento la abanderada del Partido del Trabajo y Patricia Mercado contendió en la pasada elección presidencial por el Partido Socialdemócrata. Durante la amena charla las tres coincidieron en el papel cada vez más importante de las mujeres en la política.
Las antenas instaladas en la capirucha nos reportan que la platica fue muy amena e incluso, por momentos cayó en el chacoteo y sin que las señoras perdieran la compostura y propiedad, hubo una que otra carcajada que estuvo a punto de rebasar los límites de decibeles permitidos entre los comensales de cualquier restaurante de lujo que se precie de serlo.
Los muy malosos de siempre, ya sabe usted como son los muy….malosos, aseguran que “no hay nada de que espantarse, es normal que cuando se juntan las gallinonas y hablan de lo mal que “pisan” últimamente los, dizque muy gallos, en el terreno de la política les cause risa y si a eso le añades unos finos caldos importados, pos la risa se vuelve carcajada” ¿usted cree?
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento y ¡ya váyase a trabajar! ¿no le parece? no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la….
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