Si usted como este
servidor y como muchos mexicanos que, sin ser metiches y con el riesgo de ser
catalogados como chismosos, se ha preguntado por el futuro, muchas veces incierto,
de los presidentes de este país una vez que han perdido el poder del cargo y
también el poder hablar de su sucesor, debo decirle que no tiene usted de que
preocuparse ya que los más recientes ex-ocupantes de Los Pinos, gozan de cabal
salud y de los beneficios de haber sido presidente de este país.
Hoy en EL AJUSTE le
voy a contar que para evitar el verse acosados por los reflectores y las
preguntas incómodas de los “incómodos chicos malos” de la prensa nacional, uno
de ellos, como Ernesto Zedillo, se consiguen una buena chamba en alguna
Universidad gabacha, un puesto en la ONU o se dedican, como Carlos Salinas, a
dar conferencias y consejos sobre “políticas económicas en países
latinoamericanos” a grandes corporativos donde les pagan, y muy bien, en
billetes verdes tan solo por tener entre sus filas a un ex-presidente.
Tomemos
por ejemplo a Carlos Salinas, el llamado “presidente de la transición y la
alternancia” quien aún después de haberse retirado de la vida pública de su
país al finalizar su sexenio, durante los últimos años ha tenido apariciones
públicas por invitación de instituciones tanto mexicanas como de otros países.
Tal es el caso de sus ponencias dadas en la Universidad
de Oxford, el Centro de Estudios Espinoza Yglesias, la Fundación
José Ortega y Gasset, así como en el marco del Vigésimo Aniversario
del Instituto Federal Electoral, entre
otras. Actualmente el ex presidente se desempeña como consejero ejecutivo del Grupo Dow Jones y vive con su segunda
esposa, Ana Paula Gerard Rivero.
Usted
seguramente recordará que el 12 de Mayo
de 2009 se desató una polémica en torno a su persona y la de su hermano Raúl, por declaraciones de su
antecesor, el ex presidente Miguel de la
Madrid Hurtado, sobre el desempeño de Salinas de Gortari como presidente.
Éstas, de las que al día siguiente se retractara el propio de la Madrid
Hurtado, incluían acusaciones de desvío de recursos, corrupción y vínculos con
el narcotráfico.
Ahora y a unas
semanas de que cumpla sus primeros seis años como ex presidente de México,
Vicente Fox Quesada, quién desde que dejó la silla no ha dejado de hablar,
reveló por qué rompió la regla no escrita de que el mandatario saliente no se
entromete públicamente en la vida política del país, y por qué no ha parado de
opinar de todo.
“Me parece que es
una manera de ponerle un colofón al cambio democrático que hicimos todos los
mexicanos en el año 2000. No podíamos, al terminar la Presidencia del cambio,
al terminar la primera Presidencia democrática en el país, no podíamos regresar
al mismo esquema, al mismo paradigma anterior. Me parece también que era
necesario seguir estableciendo que una democracia da voz a todos y cada uno de
los ciudadanos, sin importar su nivel; no importa en qué parte del país estén,
porque la libertad es parte fundamental de la democracia y que por tanto el
ejercicio pleno de nuestra propia libertad de expresarnos, de decir, es la
reconfirmación de que hoy vivimos en una democracia.”
Muy a pesar a
que desde el último tercio de su
mandato, 2004, Fox Quesada había anunciado varias veces que a partir del 1 de
diciembre de 2006, fecha en que empezaría su periodo como ex presidente de
México, se iría al rancho San Cristóbal “para regresar con la familia, a
disfrutar a los nietos, montar a caballo, pero también a seguir trabajando”, desde
2008, el ex presidente de México está montado y cabalga sobre el Centro Fox,
una organización que él y su esposa Marta Sahagún fueron preparando desde antes
de dejar Los Pinos, con la idea original de que Fox tuviera una biblioteca como
la de Bill Clinton, por poner un ejemplo.
Pero además de
haber sido la Presidencia de la alternancia, la de Fox, entre 2000 y 2006, se
convirtió en la primera Presidencia que llevó a juicio penal a un ex
presidente: Fox creó la Fiscalía para Delitos del Pasado, que tuvo al ex
presidente Luis Echeverría en prisión domiciliaria durante tres años, hasta que
fue absuelto por los hechos del 2 de octubre de 1968 y el 10 de julio de 1971.
Fox dijo que,
sustentado en esa libertad a la que apela, es que se ha expresado y que lo
seguirá haciendo. Sin dar detalles ni nombres, reveló que más de una vez el
gobierno de Felipe Calderón intentó callarlo. “Me han tratado de callar. Sí, me
han mandado muchos mensajes desde el gobierno de que ‘calladito me vería mucho
mejor’, que ‘hay un nuevo Presidente y que por tanto el anterior se tiene que
callar’. ¡Pamplinas!, yo no creo en eso. Me llegaron muchos mensajes, me
vinieron a ver para ese propósito, y sin embargo aquí estamos presentes,
actuantes, y espero que así sigan las cosas para siempre en este país”.
Con respecto al
centro Fox, el exmandatario dijo que “En cinco años hemos logrado que esta
fundación, el Centro Fox, que es sin fines de lucro, sin fines partidistas, sin
fines religiosos, que es totalmente universal, sea ya un lugar en la República
de donde salen ideas, de donde salen líderes, donde se hace debate abierto, sin
restricción alguna”.
El también ex
gobernador del estado de Guanajuato mencionó que “se ha dicho que Fox debería
quedarse encajonado en el PAN y seguir diciendo sólo azul. Ya vieron que cambié
por mi libertad y hoy apoyo decididamente al presidente Peña. Bueno, no a él
como persona, apoyo las propuestas que ha hecho para México, las apoyo
decididamente, la reforma laboral (sic), la reforma hacendaria, de energía, la
fiscal y la revolución educativa que él tiene que impulsar. En ese sentido él
cuenta con todo mi apoyo, si acaso no camina por esa vía de desarrollo,
progreso y prosperidad para nuestro país, pues el primero que va a oponerse a
él es tu servidor”.
En el sentido de
mantener su libertad de expresión es que el ex presidente de México subraya que
el valor más profundo que tienen las personas y los seres humanos es su propia
libertad. “Inclusive en esa libertad”, dijo, “he puesto de por medio la idea de
legalizar las drogas. A mí me parece que prohibir desde el Estado mexicano,
desde el gobierno el tema de las drogas, es prohibir, inhibir la libertad. Yo
creo que el gobierno no tiene ningún derecho de intervenir en la conciencia de
las personas, en el libre albedrío, en el libre juicio y en el libre actuar de
cada persona. Yo creo que al legalizar la droga las personas vamos a actuar con
absoluto sentido de responsabilidad, ejerciendo nuestra libertad de consumir o
no. Los padres de familia en ese nuevo paradigma de libertad y legalidad en el
tema de las drogas sabremos encausar e informar a nuestros hijos. Para mí el
paradigma de las libertades está por encima de todo, inclusive de los partidos
políticos”.
Fox considera que,
después de haber sido Presidente de México y ser visto por muchos como su líder
durante seis años que estuvo en Los Pinos, pasó a ser un ciudadano más. “Una
vez que dejé de ser Presidente de México, hoy como profesión soy presidente del
Centro Fox; en la práctica soy un ciudadano más. Quiero sentirme así y quiero
andar en las calles de México como lo hago, sin seguridad. Ando por todo el
mundo dando conferencias y presumiendo lo que es México y promoviendo el Centro
Fox. Quiero andar en esas conferencias recaudando dinero y quiero construir a
favor de México”.
A pregunta de qué
ha sido lo más difícil de volver a ser un ciudadano más, el ex presidente Fox
dijo: “No tengo ni tiempo de pensar eso, ni Marta ni yo. Estamos tan ocupados,
tan felices, nuestras vidas se han enriquecido tanto en esta nueva tarea que ni
tiempo hay de comparar qué es mejor, si esto o la Presidencia. Pero lo que digo
es que seguimos sirviendo a México, sirviendo a los mexicanos, a los pobres con
más intensidad que nunca”.
Mencionó que en su
rancho tiene a 500 niños y jóvenes del medio rural, de las comunidades
indígenas, para darles una instrucción en liderazgo. “Para que subidos en un
autobús sepan que su destino no es ser pobre, ‘no naciste para ser pobre, tu
destino no es ser migrante o albañil, tu destino es mucho más alto que eso, y
bien puedes ser llegar a ser Presidente de México o presidente municipal,
arquitecto, un virtuoso del violín o un gran futbolista, como el Chicharito; tu
destino es mucho más grande’. Les abrimos los ojos, los regresamos a su
comunidad verdaderamente transformados. Por eso nuestra vida es generosa, a
plenitud, y la disfrutamos entregándonos a México y a los demás”.
¿Extraña la vida de
un Presidente, los cuidados del Estado Mayor, por ejemplo?
Quiero decir que
una de las grandes alegrías que tengo es ya no traer toda esa seguridad atrás.
Estoy liberado, vivo feliz. Que me cuide Dios, que me cuiden los amigos, los
ciudadanos, que me cuide Martita, pero yo ya no quiero esa seguridad. Como
digo, caminamos solos por las calles en México, en España, China, Corea,
Argentina, en todos los lugares que visitamos y donde recogemos dinero. Yo me
he liberado de este tema de la seguridad. Yo no sé hoy el presidente Calderón,
con esos miles de gentes que trae ahí, no sé cómo se sienta, pero para mí sería
asfixiante. ¿Qué le parece?
Ahora muchos se
preguntan ¿qué hará Calderón luego del primero de Diciembre? ¿Buscará chamba en
alguna Universidad gabacha? ¿Se dedicará a “escribir sus memorias y a beber las
aguas” a las que tan aficionado es? ¿Irá en plan de turista a visitar a “sus
cuates” presidentes? Muy pronto lo sabremos.
Por otra parte, si
usted es rodada 50-60 posiblemente alguna vez habrá oído y recordará un
programa de radio de música romántica que se transmitía al mediodía y que su
conductor iniciaba con la melosa frase…”Cuando las manecillas del reloj su
juntan como en una cita de amor, iniciamos su programa favorito….”.
Hoy parafraseando a
este singular locutor del que, por razones de tiempos pasados y “pajaritos
idos”, no recuerdo su nombre, he de contarle que hoy “cuando las manecillas del
reloj se junten y no precisamente en una cita de amor” Edith Mendoza Pino
deberá presentarse ante el pleno del Tribunal Electoral de Quintana Roo
(TEQROO) para oír, en vivo y en directo, que el magistrado Víctor Vivas le diga
que su demanda de juicio que interpuso para ser reinstalada como Presidenta
Municipal de Tulum, no prospera ya que, en su oportunidad, el Cabildo tulumense
ya respondió con un rotundo NO a su solicitud de reintegración al cargo al que,
de “mutuo propio”, renunció y colorín colorado el sueño guajiro de Edith se ha
terminado.
Por si fuera propio
ahora Edith deberá enfrentar a la corriente crítica de su tricolor partido que
ha pedido que se inicie un proceso de expulsión e inhabilitación en su contra.
Así las cosas mejor
vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL
AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento
porque ya sabe lo que le puede pasar.
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