viernes, 23 de noviembre de 2012

LOS NUEVOS MAGISTRADOS - LA ESTÚPIDA SUGERENCIA - LOS CAMBIOS EN SECRETARÍAS


Cuando el gobierno de Felipe Calderón ya ve la otra orilla de la encomienda y a punto, también de vencerse el plazo, Alberto Gelacio Pérez Dayán fue nombrado en el Senado de la República  por 104 votos a favor como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y tomará la protesta constitucional respectiva, el próximo martes en la sesión ordinaria desde la Cámara Alta.
Pérez Dayán, quien había sido nominado por el presidente Felipe Calderón en tres ocasiones ante este cuerpo legislativo, ocupará el cargo que dejaría vacante Guillermo Iberio Ortiz Mayagoitia a partir del 30 de noviembre próximo.
Además, por 103 votos, los miembros del Senado avalaron la designación de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en sustitución de  Sergio Salvador Aguirre Anguiano, quien termina su periodo constitucional en la SCJN el 30 de noviembre entrante. Gutiérrez Ortiz Mena era hasta hoy jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), y fue propuesto por el presidente electo, Enrique Peña Nieto con lo que se decreta un democrático empate entre el que se va y el que llega y además se destraba, por fin, este importante asunto que ya tenía semanas sin resolverse.

Otro asunto que llama la atención es la, por demás, estúpida propuesta de Felipe Calderón en el sentido de que este increíble país de variopintos contrastes y carencias, pierda su actual nombre y pase de ser Estados Unidos Mexicanos a, simplemente, México.
Me usted a tener que disculpar bastante pero no entiendo este afán de protagonismo que lleva a Calderón a esta gran burrada, una más, de su accidentada y muy cuestionada gestión que, afortunadamente, está a punto de concluir. Si usted está en el mismo canal que Calderón le pido, por favor, que me explique.  
Usted que nos hace el favor de seguirnos, seguramente recordará que hace apenas unos días le comentábamos de la dualidad de nombres con los que se identifica a la capital del país conocida como la Ciudad de México pero también como el Distrito Federal y de la intención de Miguel Ángel Mancera, el jefe electo del DF, en convertirlo en un estado más de la República.
Si alguna de las dos propuestas prospera ¿entonces como se llamaría la capital del país? ¿Cómo se llamaría el estado que hoy conocemos como la Ciudad de México? Lo dicho, mientras perdure el afán de protagonismo de los que se dedican a esto que les ha dado por llamar política, seguiremos igual de jodidos.

Por otra parte le cuento que con la abstención del PRD, y el rechazo del PT y Movimiento Ciudadano, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó, la tarde de ayer, la reforma a la Administración Pública Federal, abriendo paso así a la eliminación de las secretarias de Seguridad Pública y de la Función Pública.
PRI, PAN, Verde Ecologista y Panal conformaron una mayoría para respaldar los cambios en la estructura gubernamental que hace una semana solicitó el presidente electo Enrique Peña Nieto.
Con 333 votos a favor, 50 en contra y 44 abstenciones, se aprobó en lo general la iniciativa, que principalmente, otorga nuevas tareas y facultados a la Segob, al tiempo que modifica algunas funciones de la Sedesol y amplía la secretaria de Reforma Agraria al añadirle nuevas responsabilidades en las aéreas de vivienda y desarrollo rural.
En la ronda de posicionamientos, el diputado del Panal, José Antonio González, sostuvo que el gobierno entrante tiene todo el derecho y facultades para reorientar la estrategia en materia de seguridad pública y para ello fortalecer las políticas de desarrollo social.
Mientras que legisladores de los grupos parlamentarios de Movimiento Ciudadano, PRD y PT externan su rechazo a diversas disposiciones del dictamen e inclusive sostienen que se violentó la normatividad al no cumplirse a cabalidad con el proceso parlamentario, pues se pretende legislar “al vapor” en un asunto de la mayor relevancia.
En tanto, que el resto de los partidos han manifestado su aval en lo general para que el nuevo gobierno pueda emprender sus funciones con una nueva estructura de administración pública federal, acorde con su proyecto de gobierno.
La reforma también incluye el fortalecimiento de la figura del jefe de la Presidencia y a partir de ahora, concluida la aprobación en lo general, el pleno de los diputados desahogará las reservas presentadas por diversos partidos para aprobar la iniciativa en lo particular.
Una vez más, como cada inicio de sexenio, hemos de ver cambios en los nombres y en las responsabilidades de las diferentes carteras que forman la estructura del Ejecutivo. Hace muy poco tiempo que, con el simple cambio de posición de una letra, la SIEDO pasó a ser SEIDO pero su ineficacia prevalece. No basta hacer cambios en las encomiendas de las Secretarías del Estado, no, lo que hace falta es eficientar el trabajo que cada una de ellas debe realizar para beneficio y seguridad de todos y cada uno de los que vivimos en este país ¿No le parece?

Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos el lunes cuando tendremos un número más de esta columna que no sufrirá cambio alguno y que seguirá llamándose EL AJUSTE DE CUENTOS así que no pierda la conexión y tenga un buen fin de semana.


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