Según la óptica de
los ínclitos Senadores de la República “para poder ahorrar, hay que gastar”. Esa
es la muy balín premisa y el muy furris argumento con los que el Senado defendió las compras de automóviles
nuevos y computadoras personales para todos los legisladores, con cargo al
erario. Así que para ahorrar mucho hay que gastar mucho, ¿Cómo la ve?
El muy azul Ernesto Cordero, presidente de la Mesa
Directiva, aseguró que la adquisición de esos bienes representa un ahorro
significativo para la cámara aunque dispusieron de una bolsa de 32 millones de
pesos para comprar autos nuevos y otros 3.2 millones para computadoras
personales y dijo que “Antes, el Senado tenía una flotilla de 128
carcachas que costaban una gran cantidad de dinero estarlas reparando, estarlas
manteniendo, estarles dando gasolina. Ahora no. Desde 2006 se tomó la
decisión de que cada inicio de legislatura se le da un apoyo a cada senador
para que compre su vehículo y se haga responsable de ese auto, y ya no es un
costo más para el Senado. Está perfectamente acreditado que este tipo de compras
han significado al Senado un ahorro muy importante en términos
administrativos”.
Al preguntarle a Cordero si es insuficiente la
dieta mensual de 127 mil pesos de cada Senador para que ellos mismos asuman el
costo de los autos nuevos, respondió: “Yo creo que eso no es raro en
todas las instancias de gobierno. Diría que en el mundo estas cosas
suceden y, bueno, yo te diría que es una práctica regular; es una práctica
administrativa sana.” ¿Así? o más descarado lo quiere.
-Uuuuta carnalito, deveritas que tú con nada estás
conforme, los señores Senadores necesitan, pa´que sus cuates no hablen mal de
ellos, un camionetón, o cuando menos un carrazo, para poder lucir sus trajes,
corbatas, camisas y zapatos de marca pedorrona cuando, si sus múltiples
ocupaciones se lo permiten, asistan a las sesiones de la Cámara.
-Noooo, pos así hasta ya me están dando ganas otra
vez de ser Senador o, cuando menos, Diputado.
-A poco ya fuistes Senador.
-La mera verdad nunca pero el año pasado me dieron
ganas y ahora que andan repartiendo carros y computadoras ya me dieron ganas
otra vez, ¿Cómo la ves?
-Nooo pos chido carnal, oye ¿y no necesitas un
ayudante?
-Yo te aviso, no hay tos.
Por su parte, Jorge Luis Lavalle, presidente de la
Comisión de Administración del Senado, explicó que la compra de autos y
computadoras se ajusta a una dinámica heredada; es decir, que los legisladores
pasados también recibían una cantidad igual para su auto.
Pero además confirmó que nadie ha rechazado en la
cámara el vale para la compra de su auto y aseguró que los Senadores de la
legislatura pasada también recibieron los recursos para ese fin, a pesar de que
ellos sí habían rechazado hacer las adquisiciones.
A propósito le cuento que el “Manual de
Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando” no especifica que
la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Por su parte el presidente del Senado, Ernesto
Cordero Arroyo, y el responsable de la Comisión de Administración, Jorge Luis
Lavalle, aseguraron que la entrega de 250 mil pesos a cada uno de los 128
legisladores para la compra de su automóvil, así como un vale de 25 mil pesos
para la adquisición de una computadora personal, constituyen un ahorro
significativo para esta instancia parlamentaria “Y está perfectamente
acreditado que esto le ha significado un ahorro muy importante en términos
administrativos al Senado de la República. No es la única institución que hace
esto. Hay que recordar que muchos de los senadores, la mayoría de los
senadores, no viven en la Ciudad de México y se están trasladando cada semana
de sus casas en cada uno de los 31 estados del país a trabajar en el Senado de
la República tres, cuatro días a la semana. Entonces, mira, yo creo que es
parte, es un gasto en el que incurren por ser senadores y yo creo que es más
que justificado”, añadió el panista.
Es en este punto en el que me pierdo porque ni la
Güera Beristain ni Félix González, Senadores por Quintana Roo vienen, manejando
ellos mismos o con chofer, cada semana a su casa en el Estado porque para eso
tienen casa o departamento en el DF y cuando vienen lo hacen en avión porque
para eso, también en el Senado, les dan los boletos para que vengan y regresen
a trabajar ¡tres días a la semana!. ¿Cómo la ve?
Interrogado sobre el hecho de que hace seis años el
Senado anunció justamente la cancelación de la compra de automóviles y que ese
gasto correría a cuenta de los mismos legisladores, aseguró que si bien ya no
se compraron automóviles, lo cierto es que sí les daban este dinero en
efectivo. También confirmó que hasta el momento ninguno de
los 128 legisladores ha rechazado la entrega de este apoyo.
“Eso viene de una política que se tomó en
anteriores legislaturas, precisamente para generarle un ahorro al Senado,
precisamente porque era un problema realmente para el Senado hacerse de parques
vehiculares muy grandes, de 128 vehículos, para darle un vehículo para las funciones
propias del senador. Por ello fue que se decidió desde hace varias
legislaturas darle un apoyo de 250 mil pesos a los senadores y con ello evitar
los pagos de mantenimiento, de tenencia, de emplacado y todos los pagos de
seguros. Es por ello que se tomó esta política, pero no es
de ahorita, viene de muchas legislaturas atrás”. ¿No le parece una verdadera
chulada?
-¿Y este dinero se les da cada año?
-No, para nada. Es una vez. Bueno
la política como venía es que se les daba cada Legislatura, pero nosotros sólo
lo estamos dando por esta ocasión.
-Y el bono para la compra de
computadoras personales, eso se mantendrá o…
-Efectivamente es algo similar,
para no estar precisamente actualizando constantemente, o también teniendo la
alternativa que termina siendo un poco más cara de mantener programas de leasing,
se les da un apoyo para comprar una computadora personal, que es para su uso
precisamente para esos efectos.
-¿Algún legislador ha regresado
este apoyo; ha expresado que no lo quiere?
-Que yo sepa no es así; que yo
sepa, no ha ocurrido.
En tanto, Jorge Luis Preciado, senador del PAN,
consideró que este tipo de vales sería ofensivo si los senadores no lo
desquitaran. “Es una cuestión de criterio. Es decir, todos los
servidores públicos pues tienen ciertos servicios cuando llegan a un cargo
público y obviamente creo que es ofensivo que lo cobren y no lo desquiten. Es
decir, quién trabaja, quién propone, quién discute, quién analiza y quién hace
cosas para la ciudadanía. Bueno, pero es parte subjetiva decidir si se
desquita o no se desquita (el apoyo)”.
Lo anterior solamente nos confirma que Cantinflas
no ha muerto, vive en el Senado.
Por otra parte le
cuento que la
entrega de 250 mil pesos para que los senadores se compren un automóvil no
forma parte de las prestaciones explícitas a las que tienen derechos los
legisladores federales. El “Manual
de Percepciones de los Senadores Servidores Públicos de Mando” no
especifica que la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Un senador tiene derecho legal a un seguro de vida
institucional; de gastos médicos mayores y seguro de separación; además, la
gratificación de fin de año, así como “apoyos para traslado, asistencia
legislativa y atención ciudadana”.
De acuerdo con la información periódica que hace
pública la Tesorería del Senado, a los legisladores se les entregan cuatro
boletos de avión a la semana; dos de ida y dos de vuelta a su lugar de origen;
también a todos se les entrega una tarjeta para el pago de casetas en
carretera, en función de su derecho a “apoyos para traslado”.
A diferencia de los senadores, cuyos apoyos
naturales de su cargo no especifican el concepto automóvil, para los
secretarios generales de Servicios Parlamentarios y de Servicios
Administrativos, así como el tesorero, los directores generales y los jefes de
Unidad sí tienen en sus prestaciones la indicación expresa, que dice:
“Vehículos: uno para el servicio de la unidad administrativa”. ¿Le quedó claro?
Yo le pregunto a usted que nos hace el favor de
leernos ¿Cuántas veces ha visitado su Senador su distrito después de que usted
votó por él?
Por eso no debe usted perder la oportunidad de
afiliarse al PCU (Partido de los Colgados de la Ubre) ya que le puedo asegurar
que, si logramos el registro y algún cargo por pichurriento que éste sea,
nuestros abanderados asistirán, con mucho gusto, a cuantas bodas, pachangas,
bautizos, divorcios y demás a los que seamos invitados. No vaya usted a pensar
que por gorrones, al contrario, para estar en contacto directo con usted, con
el electorado, con las fuerzas vivas.
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos
mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por
favor ya no le haga usted más al cuento afíliese al PCU
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