Los asuntos
de la política son, casi siempre, difíciles de entender aunque los hay quienes
los ven claros, lógicos y hasta cierto punto “normales”. Hace apenas dos
semanas que Paul Carrillo asumió la responsabilidad del Ayuntamiento de Benito
Juárez y ya realizó el primer AJUSTE en su equipo de trabajo que, aunque a
nadie sorprendió, no deja de llamar la atención.
En la
Secretaría General del Ayuntamiento Jorge Rodríguez Méndez calentó la silla por
dos semanas en espera de que José de la Peña, a quién no le gustó el cargo de
síndico para el que resultó electo y porque lo consideraba poco para él, haciéndose
al loco dejara pasar los quince días de ley para que su suplente, Guillermo
Andrés Brahms asumiera la titularidad de la sindicatura y él pudiera, con todo
descaro, cinismo y lo que usted mande, asumir la Secretaría General del
Ayuntamiento de Benito Juárez, que era su sueño dorado y colorín colorado.
Pero ¿Qué podemos
esperar de un junior perfumado que de dirigir el municipio más importante del
Estado no sabe ni entiende la “o” por lo redondo? No son pocos los que
coinciden en que teniendo incrustados a Antonio Cervera, considerado un ave de
rapiña que vivió un tiempo colgado de la ubre de Filiberto Martínez y a quién
abandonó cuando se comenzaba a poner la cosa color de hormiga y Latifa Musa
depredadora profesional, intrigosa y revoltosa, muy pronto habrá de perder el
control del Ayuntamiento ante los embates de protagonismo de ambos. Bueno, eso
es lo que dicen, en las tertulias de café, los que de esto dicen saber. ¿Y
usted, que opina?
Lo lamentable
de estos movimientos es que a un joven como Héctor Contreras Mercader que fuera
asistente del verde-ecologista Remberto Estrada, que le cargó el portafolios y
que sudó la gota gorda durante la campaña, había recibido como justa recompensa
a su trabajo la encomienda de la novena regiduría hasta que ayer, con apenas
dos semanas en el cargo y sin la oportunidad de demostrar su verdadera valía,
sus cualidades y talentos, fue removido con la figura barata y muy desgastada
de la “licencia” para que su suplente Fernando Peralta ocupara su lugar.
Es claro que
se trata de un pago de factura y que una vez cumplido el compromiso de un
espacio más al PVEM, “te tengo que mover porque no tienes experiencia y no me
sirves, prefiero a Fernando Peralta que es más tramposo que tú” ¿Será?
Mientras sigan
con ese tipo de prácticas la creación de nuevos y valiosos “cuadros” políticos
tendrá que esperar, al menos, tres años en lo que salen Paul Carrillo, sus
familiares y su grupo de yupies que le hacen comparsa y le aplauden a su paso.
***
Le recuerdo
que esta no es una columna deportiva pero la verdad es que tras la cardiaca y última
jornada de las eliminatorias de la Concacaf ya sabemos que Estados Unidos,
Costa Rica y Honduras irán directo a Brasil 2014; mientras que “los ratoncitos
verdes”, perdón, México tendrá que jugar la reclasificación ante Nueva Zelanda
los días (13-14 de noviembre la ida y el 20 la vuelta).
Pues ante los gritos corajudos de Martinoli, los
berrinches de Javier Alarcón y la incredulidad de muchos de nosotros, mexicanos
futboleros de pura cepa, la Selección Mexicana hizo todo lo posible para NO ir
al Mundial. Pero ahí tiene usted que aparecieron los gringos y con dos goles en
dos minutos, le volvieron el alma al cuerpo a los jugadores y directivos e
hicieron renacer la esperanza a millones de aficionados mexicanos.
Ahora, y aunque usted no lo crea, gracias a los
gringos México se meterá a Nueva Zelanda para buscar su boleto para la Copa del
Mundo y ahora, el asunto es ver en cuánto sale, en pesos y centavos, viajar al
país de los hobbits y demás paisajes del Señor de los Anillos.
Después de arduas investigaciones realizadas por el
equipo de EL AJUSTE, les dejamos unos tips por si son lo suficientemente
valientes (y billetudos) para apoyar al Tri en casa de la.. o sea, del otro
lado del mundo, a saber: de entrada, si tiene usted hemorroides tendrá que
prepararse porque el mentado viaje a Nueva Zelanda es de aproximadamente 30
horas, pero se tienen que hacer por lo menos dos escalas (tentativamente en Los
Ángeles, Sidney, Australia o Auckland o Brisbane, Nueva Zelanda).
Dependiendo de la aerolínea y del paquete que se
quiera reservar, pero el avión tendría un costo aproximado superior a los 2,500
dólares algo así como de 32,174 a 38,016 pesos, eso sí, viaje redondo.
En cuanto al hospedaje, un hotel de cuatro
estrellas, cercano al estadio, rondaría POR NOCHE en unos 80 dólares (1,029
pesos). La selección de Nueva Zelanda juega en el Estadio Westpac y los boletos
rondan de los 16 dólares americanos a los 112, es decir, de 211 a 1,478 pesos.
Estamos hablando, en promedio, de unos 50 mil pesos
para ir a un partido en un estadio en el que, muy probablemente, estará usted
solo o cuando mucho con algunos paisanos dedicados a negocios turbios y que
estén escondidos en Nueva Zelanda, además correría el riesgo de que los
hooligans (en Nueva Zelanda también los hay) si pierde su equipo le peguen una
corretiza de tres días o le dejen a merced del demonio de Tasmania. ¿Todavía
quiere ir a ver perder a “su” selección?
-La mera verdá es que te pasas carnal, eres un
pesimista redomado ¿Cómo crees que vamos a perder con Nueva Zelanda?
-Acuérdate que eso mismo me dijiste de Costa Rica y
ya ves.
-Ni hablar trais puñal y me “matates”.
***
Así las cosas en con
el encabr…itamiento a todo lo que da, mejor aquí le paramos, nos vemos mañana
cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya
no le haga usted más al cuento y ¡ya váyase a trabajar! recuerde que aún siendo
regidor lo pueden mochar y no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya
la…
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