Usted seguramente recordará que hace unos días hubo informe al que asistieron políticos, boxeadores, futbolistas, artistas en una variopinta concurrencia que, como marcaba el guion, aplaudían cada vez que el exponente, con sus pausas, así lo solicitaba.
El ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari fue una de las figuras políticas que asistieron al primer informe de gobierno de Roberto Borge Angulo y en muy corta plática con “los chicos malos” de la prensa, aseguró que Enrique Peña Nieto estará a la altura de la responsabilidad que tendrá como mandatario y manifestó que las instituciones electorales han cumplido con responsabilidad, por lo cual el país tiene un camino cierto porque “México es un país de instituciones”.
En torno a las descalificaciones hechas por Andrés Manuel López Obrador de los comicios del pasado 1 de julio, el ex mandatario reiteró que las instituciones han actuado como lo marca la ley “lo cual ha generado certeza en la ciudadanía, existe una gran expectativa en relación al nuevo gobierno de Peña Nieto pero esa expectativa es del tamaño de la esperanza”.
Ya que hablamos del ex-presidente Salinas recordamos que Felipe Calderón, en menos de 80 días será también un ex-presidente recordamos que una de las reglas, que por cierto rompió Vicente Fox, no escritas en este país es que el mandatario que deja el poder debe mantener la boca cerrada y mantenerse, también, alejado de los reflectores a fin de que su relevo pueda realizar su trabajo sin la sombra de su antecesor. En otras palabras, el que sale debe, al menos por un tiempo razonable, desaparecer de la vista pública, dedicarse a la reflexión, a disfrutar de su pensión vitalicia, de las prebendas de su nueva condición, a beber las aguas y, si quiere, a escribir sus memorias de su paso por Palacio Nacional.
En este sentido el aún presidente Felipe Calderón adelantó que será sujeto de la pensión vitalicia que la ley establece para los ex mandatarios mexicanos y que sus antecesores reciben al mismo tiempo que rechazó que la prometida transición tersa que su gobierno protagonizaría con el Presidente electo Enrique Peña Nieto haya incluido “un pacto de inmunidad a mi favor, soy un demócrata y respeto las decisiones del pueblo de México”. Pero además dijo que “En la transición entre poderes, consideró que lo que más conviene a los mexicanos es que haya respeto recíproco y respeto a la ley, y a la decisión de los mexicanos, y, por supuesto, que no hay nada más allá más que el respeto a la ley, a las instituciones”.
Cuestionado sobre qué hará en el futuro y si se quedará en México, una vez que concluya su gestión dentro de 80 días, el Ejecutivo federal dijo no haberlo decidido aún, “Estoy analizando las distintas opciones que se me han presentado”, y cuando se le preguntó si había decidido aceptar la pensión vitalicia a que tiene derecho como ex – mandatario respondió “En términos de las condiciones o prestaciones que correspondan al Ejecutivo, yo estaré atento y sujeto a lo que disponga la ley y los ordenamientos legales vigentes, respecto del caso de los ex presidentes de la República”.
En este punto hemos de recordar que de acuerdo con el reglamento correspondiente, actualizado en el sexenio anterior, los ex mandatarios tendrían, además de la pensión vitalicia, la garantía de su resguardo personal y familiar a través de personal del Estado Mayor Presidencial para su seguridad y viajes pagados a cualquier parte del mundo a donde el ex-presidente quiera ir todo pagado por usted y yo y todos los que pagamos impuestos hasta que se muera y como Felipe Calderón es un hombre joven pos haga usted cuentas de cuanto nos va a costar, aparte de lo que ya nos costó, el mantenerlo a él y a su familia. ¿Nos este una chulada de país?
Por otra parte le cuento que la nota que acaparó, no las primeras planas pero sí, la atención de todos es la del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador quién ayer, en su largamente anunciado mitin en el Zócalo capitalino, confirmó su separación del Movimiento Progresista, coalición conformada por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, con el objetivo de trabajar en la formación de una nueva agrupación política de izquierda basada en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Ahí y ante miles de simpatizantes congregados ayer en la Plaza de la Constitución anunció que Morena comienza una etapa de reflexión para determinar de forma democrática si continúa como asociación civil o se constituye en partido político y dijo que su salida del Partido de la Revolución Democrática, en el que militó durante 23 años, no significa una ruptura ya que, sostuvo, su decisión ayudará a fortalecer y renovar al Movimiento Progresista. “En esta nueva etapa de mi vida, voy a dedicar toda mi imaginación y trabajo a la causa de la transformación de México; lo haré desde el espacio que representa Morena, por esta razón me separaré de los partidos del Movimiento Progresista”, así dijo.
Tras reconocer y agradecer a los partidos de izquierda y sin la presencia de Jesús Zambrano, líder nacional del sol azteca, López Obrador sostuvo que dio lo mejor de sí al PRD por lo que “está a mano y en paz” con ese instituto político. “No se trata de una ruptura, me despido en los mejores términos; me separo de los partidos progresista con mi más profundo agradecimiento a sus dirigentes y militantes. Tengo en el PRD muchos amigos que en todo momento me dieron su confianza y respaldo, en correspondencia les di lo mejor de mí y los representé con entrega y dignidad, estamos a mano y en paz”.
De cualquier manera y aún fuera del PRD que durante muchos años le cobijó y le soportó sus devaneos y sus poses de diva, López Obrador, al referirse a la declaración de Peña Nieto como presidente electo de México, reiteró que no reconocerá al priísta como titular del Ejecutivo federal, “Haríamos mal en darle la vuelta a la página. No voy a reconocer a Peña Nieto como Presidente legítimo de México.”
Durante el evento estuvieron acompañando a López Obrador su esposa Beatriz Gutiérrez, los senadores Armando Ríos Piter, Alejandro Encinas, Manuel Bartlett y Ana Gabriela Guevara, así como Bernardo Bátiz, Ricardo Monreal, Joel Ortega y el cineasta Epigmenio Ibarra, entre otras personalidades de la izquierda mexicana.
Ayer como buen dominguito, y según nos reportan las antena instaladas en la capirucha, los hombres de la política se encontraban, seguramente, atendiendo asuntos familiares, visitando a la suegra y comiendo en familia con los hijos, los sobrinos y los cuñados en sana armonía por lo que fue muy difícil encontrara algún personaje para que nos comentara de la salida del peje de “su” partido.
Sin embargo, lo que son las casualidades, se pudo localizara a Arturo Montiel, ex gobernador del estado de México, quién aseguró que el presidente electo Enrique Peña Nieto tiene toda la voluntad de trabajar para resolver los problemas del país, pues es un hombre “cumplidor”, y descartó que Andrés Manuel López Obrador vaya a ser un obstáculo, “son muchas las elecciones en las que ha jugado el tabasqueño y siempre nos salen con la misma cosa, que no les gusta una situación porque no les favorece. Yo creo que ya está bien; hay que respetar el Estado de derecho en México, hay que respetarlo y sobre todo respetar las resoluciones de las autoridades”. ¿Cómo la ve?
En el transcurso del día de hoy nos hemos de enterar de las opiniones de la grey política y de las voces del pueblo en este tema singular y aquí estaremos para comentarlo con usted que nos hace el favor de seguirnos.
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y como siempre, por favor, ya no le haga usted más al cuento, póngase las pilas y ¡ya váyase a trabajar! recuerde que hoy apenas es lunes y no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la…
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