Algo que no hemos comentado con usted, apreciado por aferrado lector de EL AJUSTE y que a todos cuantos vivimos en el paraíso nos incumbe, aunque no a todos les importe, es el tan, en su momento, llevado y traído tema del rescate de las playas del paraíso.
En su momento este asunto propició enfrentamientos entre los directamente afectados, ó sea los hoteleros, quienes vieron que su inversión corría el riesgo de irse por el caño ante la intransigente postura de alguno de ellos ya que todos, y en todas las ferias de turismo a las que asistían como asociación, vendían a Cancún como destino de playa pero, al llegar los huéspedes se encontraban sin las blancas arenas de las playas que les habían comprado.
En este punto habremos de recordar que fueron precisamente ellos, los hoteleros, quienes tuvieron gran parte de culpa en la pérdida de playas ya que, en algunos sonados casos, construyeron sus grandes moles de acero y concreto sobre la duna que detiene la arena empujada por los vientos y jalada por las olas.
Hoy y cuando no se han cumplido ni siquiera dos meses del festivo anuncio de la “total recuperación de las playas de Cancún”, la naturaleza se ha encargado de, una vez más, cobrarles sus imprudencias y se ha llevado casi 30 metros de las “nuevas playas” en menos de 2 meses.
Solamente durante los pasados 5 días en los que los vientos arreciaron en el paraíso, se perdieron casi 25 metros de playa en Marlín, Ballenas y Delfines, las tres playas más concurridas por cancunenses y visitantes que ven con tristeza como el mar se lleva día con día los arenales recientemente replantados.
En Gaviota Azul y Chac Mool la pérdida es más visible ya que ahí el mar ya avanzó 30 metros, más lo que se acumule esta semana y sin que nadie diga esta boca es mía.
Todavía está fresco en el recuerdo cuando los muy orondos funcionarios, turisteros y hoteleros festejaron, copas en ristre, con finos y espumosos caldos de uva, la culminación de los trabajos de recuperación del bien más preciado del paraíso, sus blancas playas.
Tan emocionados y felices que estaban que se les “olvidó” implementar un programa de mantenimiento y conservación de esta obra que, por cierto, no salió nada barata y ahora que la naturaleza hace lo suyo andan con “el Jesús en la boca” y preguntando ¿quién podrá salvarlas?.
Dentro de muy poco, si no se hace algo al respecto, todos en el paraíso nos estaremos preguntando ¿y las playas apá?
Quien ó quienes tengan que hacerlo deberán, sin más cuento y sin demora, ponerse las pilas para hacer algo para evitar que, de nueva cuenta, nos quedemos solamente con el recuerdo de lo que alguna vez tuvimos para presumir ya que, como están las cosas, mucho dudamos que el gobierno federal vuelva a poner un peso para un nuevo rescate de las playas, sobre todo cuando ya no hay otro banco de donde sacar más arena.
Pero tampoco creemos que los hoteleros vuelvan a abrir la cartera para ello ante el riesgo de que salga por ahí otro Goyo que se lleve la lana al hoyo, ¿no le parece?
La palabra clave en este asunto es MANTENIMIENTO.
La pregunta sería: ¿Quién la hará suya?
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Ya que hablamos de don Goyo hay que reconocer que es el personaje de moda, no hay día en que este singular personaje no de algo de que hablar.
Ahora resulta que hay un grupo al interior del PRD que, si bien es cierto que le niega su respaldo “por las consecuencias funestas que esto le puede traer al estado”, también es cierto que al mismo tiempo se niega a apoyar la candidatura de Julián Ricalde por, dicen, su marcada cercanía con el edil en suspenso, ó sea, con licencia y por aquello de que: “el que anda entre lobos a aullar se enseña” ¿usted cree?
Sea como fuere dicen los que de esto dicen saber, que entre los amarillos la onda es que…“pos mejor nos vamos con Marybel, aunque sea panista”
Lo que sea de cada quién, este Goyo resultó ser un ave de tempestades. Y tan seriecito que se veía. Lo dicho “caras vemos….calzoncillos no sabemos”.
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos en el próximo número de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted al cuento, usted no es candidato a nada así que mejor dedíquese a lo suyo, no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la….
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