Usted recordará, apreciado por aferrado lector de EL AJUSTE, que hace apenas unos días preguntábamos ¿Qué pasó? ¿Qué falló? con respecto a la debacle tricolor en el pasado ejercicio electoral.
Hoy, y luego de que los ánimos parecen haberse calmado, que, aunque dolorosa, la derrota también ha sido aceptada, son los propios priístas quienes, sin tapujos, señalan a quienes, según ellos, son los culpables de la soberana paliza que recibieron en las urnas en las que perdieron cinco de las nueve alcaldías en juego.
Sin pelos en la lengua señalan al delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional tricolor, Carlos Sobrino, a Martín Loría y a Concepción Fajardo presidente y secretaria general en el paraíso, como los directamente responsables de la amarga derrota sufrida.
El primero de ellos, dicen por ahí los que por ahí suelen decir, llegó a Cancún con una corte ¿ó cola? más larga que la carretera a Chetumal, una verdadera pléyade de sátrapas de esos a los que les gusta que les digan “asesores”, que solamente aprovecharon el viaje para el disfrute pleno de ricas, abundantes y variadas viandas bañadas con finos caldos venidos de francesas tierras (al parecer los nacionales les dan chorrillo) para luego reposar en mullidas camas de las de gran turismo en las que esperaban, pacientemente, las talegas rebosantes de billetes como premio a lo que , según él, sería un triunfo fácil logrado con su sola presencia.
Los otros dos, tanto Loría como Concepción Fajardo demostraron que son un cero a la izquierda como presidente y secretaria general, respectivamente, de su tricolor partido, ya que su falta de oficio y el dedicarle más tiempo a otros menesteres que a procurar llevar al triunfo a su, de por sí, muy débil candidata, fue, sin duda alguna, un factor determinante en la derrota que, hoy día, buscan a quién achacarle eludiendo lo que les corresponde de responsabilidad.
Quién tenga que hacerlo deberá, sin más demora, iniciar una limpieza a fondo, tal vez sea el momento de desempolvar a alguno de los priístas de viejo cuño para que se haga cargo de la reconstrucción, tal vez pudiera ser, como muchos opinan, que sería mejor abrir los espacios a los jóvenes que durante muchos años han sido marginados por aquello de la llamada “inexperiencia” por la que no han podido, hasta hoy, demostrar su valía, su capacidad y su talento, amén de su amor a la camiseta, como es el caso de Chucho Pool y su grupo de jóvenes que han demostrado, con trabajo y dedicación, que están listos para enfrentar, con éxito, encomiendas de mayor envergadura que las que hasta la fecha han desempeñado, un buen inicio para Chucho Pool será, sin duda alguna, la décimo segunda regiduría en un ayuntamiento no priísta desde donde, en un futuro cercano, podría levantar el vuelo hacia una diputación.
Aquí cabría la pregunta ¿será que ha llegado el momento en el que los jóvenes priístas van a dejar de repartir playeras, colgar pendones y repartir volantes en épocas de campaña para tomar las riendas de su partido para recuperar lo perdido? Si usted amable lector tiene la respuesta, compártala ya que muchos se lo van a agradecer.
Por otra parte todo parece indicar que a doña Latifa Muza y su horda de mañosos que tomaron por asalto y como suyo el palacio municipal, se les está haciendo bolas el engrudo ya que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación está a unos días de resolver que a Jaime Hernández Zaragoza le corresponde, por ley, ocupar la silla con vista a la Plaza de la Reforma y se tendrán que ir con su música y sus sueños guajiros a otra parte. ¿Cómo la ve?
En este asunto no hay que perder la sintonía ya que promete y mucho, tanto que desde hoy le puedo asegurar entripados, gritos y pataleos de muchos usurpadores que verán sus sueños de poder esfumarse al momento de sacar sus tiliches.
Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos en el próximo número de EL AJUSTE DE CUENTOS pero ahora y por favor ya no le haga usted más al cuento, no vaya siendo la de malas porque entonces sí que ya la….
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