martes, 25 de marzo de 2014

MUY INTERESANTE


Hoy le invito a que se chute completita la columna de Jesús Rivero Casas publicada el pasado domingo en un periódico de circulación nacional y que por lo interesante de su contenido que nos permite refrescar la memoria para que no se repita en nuestro país, comparto con usted en EL AJUSTE.

Después de 20 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio sólo ha sido posible comprobar una verdad: Carlos Salinas fue el menos beneficiado con su muerte.

La versión más popular es que el autor intelectual del crimen fue Carlos Salinas de Gortari, sin embargo, tras la muerte de Colosio, el más quemado es él: no obtiene el cargo de presidente de la Organización Mundial de Comercio, Zedillo entamba a su hermano, les congelan las cuentas y él se tiene que ir del país. Ni en el peor de los escenarios, Salinas habría cometido un suicidio político.
 

Es noviembre de 1994, Manuel Camacho y Luis Donaldo Colosio son los favoritos para la candidatura presidencial. Aunque Salinas ya tiene a su elegido, le preocupa mucho controlar la reacción de Camacho, no quiere repetir el escenario de 1988 en el que la salida del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas fracturó al PRI. El presidente destapa a Luis Donaldo durante una gira por Sonora. Camacho se rehúsa a reconocer al ganador, Salinas lo persuade, son amigos y cómplices de la vida, intenta recompensarlo ofreciéndole la Secretaría de Relaciones Exteriores. Camacho acepta.

Hay un reconocido enfrentamiento entre los dos presidenciables que se alarga aún después de la nominación de Colosio. Camacho nunca pierde la esperanza de que Salinas reconsidere su decisión sobre su sucesor. El levantamiento armado en Chiapas le ofrece una ventana de oportunidad a Camacho, convence al presidente de ser nombrado Alto Comisionado para la Paz, esta figura lo coloca frente a los reflectores nacionales. Rápidamente, el comisionado opaca al candidato. En febrero, Colosio advierte que el presidente le está permitiendo a Camacho figurar nuevamente como presidenciable. Colosio piensa en renunciar. El grupo detrás de Colosio comienza a bloquear la encomienda de Camacho.

La opinión pública a través de los medios no deja de hacer notar la presencia de dos candidatos. Salinas permite los rumores, le hace creer a Camacho que aún puede ser el candidato, el fin es mantenerlo dentro del PRI y capitalizar el conflicto armado en Chiapas a través de su figura. El 4 de marzo, Colosio se registra formalmente como el candidato del PRI a la Presidencia de la República, Camacho comprende que ha perdido. El 21 de marzo, Salinas instiga a Camacho a declarar que no pretende ser candidato.

El conflicto en Chiapas y Camacho habían restado relevancia a las campañas presidenciales, el equipo de Colosio prepara un cambio de estrategia discursiva, el 6 de marzo Colosio denuncia fallas y aciertos del gobierno y se presenta como un político distante del sistema. La estrategia da resultado, el propio Salinas le hace llegar una encuesta en la que le muestra un aumento favorable en las percepciones del electorado. No existió un distanciamiento entre él y el presidente.

El 23 de marzo Colosio es asesinado, Carlos Salinas entonces es vulnerable, como nunca. El proyecto político está en crisis. Su gente de confianza es impedida legalmente a ocupar la candidatura. Luis Echeverría se presenta en Los Pinos a unas horas de la tragedia para sugerirle a Emilio Gamboa y otros a Ortiz Arana. Córdoba Montoya logra persuadirlo hacía Ernesto Zedillo, quien había sido sugerido antes de la designación oficial de Colosio. Camacho es enjuiciado públicamente, el grupo de Colosio trata de hacerlo ver como el autor del crimen. Salinas nuevamente rescata a Camacho, le pide a Diana Laura Riojas (esposa de Colosio) exonerarlo públicamente a través de una carta dirigida a la opinión pública. El fiscal designado para llevar a cabo la investigación habla de una “acción concertada”, es un complot dicen los medios. Al final afirma que Mario Aburto Martínez actuó solo. En 1995, el gobierno de Ernesto Zedillo reabre el caso.

Cabos sueltos: -Salinas siempre estuvo convencido de la candidatura de Colosio, sin embargo hizo creer a Camacho lo contrario para evitar su salida del PRI. Colosio también lo creyó, todos lo creyeron. Salinas quiso de algún modo generar un contrapeso, fingir la posibilidad de un relevo y asegurar con Colosio los acuerdos transexenales.

-Aún cuando Camacho creyó tener la posibilidad de ser candidato después de la designación de Colosio, no habría sido beneficiado con su muerte, él mismo habló con Salinas después del asesinato para pedirle no ser considerado por ningún motivo candidato a la presidencia. Camacho sabía que su oportunidad había terminado con el registro oficial de Colosio. ¿Qué razón podría tener para asesinar a Colosio?

-En 1995 Carlos Salinas denunció en los medios ser víctima de una campaña en su contra orquestada por Luis Echeverría Alvarez. En 2014, afirma que grupos opositores a sus reformas quisieron descarrilar su gobierno. Durante el interrogatorio sobre el caso Colosio, afirmó haber tocado intereses de grupos políticos que pretendían perpetuarse en sistema político.

- Las confrontaciones entre Raúl Salinas y Luis Donaldo Colosio pudieron haber tenido que ver con los negocios ilícitos de Raúl. Colosio podría haberse constituido como un riesgo político dentro de su propio equipo. El gobierno de Ernesto Zedillo acusó a Raúl Salinas de ser el actor intelectual de la muerte de José Francisco Ruiz Massieu. ¿Qué razones personales tuvo Zedillo para enjuiciar a Raúl?

- En 2014 Carlos Salinas afirmó que después de la aparición del EZLN se dio cuenta de que “fallaron los sistemas de información” por lo tanto hubo cambios en el gabinete. En 1994 le hizo saber a José María Córdoba Montoya que había cosas que deseaba tratar directamente con el gabinete y que su figura perdía relevancia, por ello, en cuanto el Banco de México obtuviera autonomía él dejaría el cargo y se dedicaría a vigilar el traslado de los fideicomisos al Gobierno Federal. Después de la muerte de Colosio Salinas separa a Córdoba Montoya de la política nacional y lo designa representante de México ante el BID. Ernesto Zedillo, su aliado inseparable, siendo presidente, le pide dejar el cargo ante el organismo internacional. El fiscal Pablo Chapa, deja notar que Córdoba Montoya podría haber tenido injerencia en los movimientos de la seguridad de Luis Donaldo Colosio. Jesús Rivero Casas

Aunque hay cosas que seguramente usted ya sabía, bien vale la pena recordar algunos detalles del día más negro en la historia política de este país. ¿No le parece?

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Ayer se aprobó la Ley de Ordenamiento Social que prohíbe las manifestaciones que afecten a terceros. De esto podrá usted enterarse a fondo en los periódicos de hoy mismo.

Así las cosas mejor vamos dejándolo aquí, nos vemos mañana cuando tengamos un número más de EL AJUSTE DE CUENTOS mientras tanto llévela suave, pórtese bien, cuídese mucho y sea feliz.

 

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