viernes, 12 de diciembre de 2014

NO LO QUIEREN NI EN NORUEGA - NUEVA CANTINA - PREMIO NOBEL "MADE IN CHINA"

Adán Cortés Salas, el joven que interrumpió la entrega del premio Nobel de la paz al acercarse al estrado con una bandera mexicana, y con lo que consiguió que hasta en EL AJUSTE se hable de él, aseguró que no se arrepiente de haber irrumpido en la ceremonia, porque quería poner los ojos del mundo en México para que sepan lo que está pasando en el país.
“Mi mensaje fue para pedir ayuda para México. Eso fue lo que grité. También me giré para pedir a Malala y a Kailash Satyarthi una oportunidad para decir algo y hablar de lo que está pasando en México. Las autoridades están matando a estudiantes”.
Adán, estudiante de Relaciones Internacionales de la UNAM, explicó en entrevista con la televisora noruega NRK que entró a la ceremonia por la puerta principal, “como invitado”, tras pasar por los filtros de seguridad.
“Me sentía muy seguro y me decía ‘no importa cómo lo haga, pero entraré y lo haré”.
El joven de 21 años de edad aclaró que no es miembro de ninguna organización estudiantil, sino que solo forma parte de los miles de mexicanos que están inconformes por la situación de crisis que impera en el país.
Adán indicó que su intención al acercarse a Malala y a Kailash Satyarthi era denunciar la desaparición de estudiantes en México, por lo que quería hacer uso del micrófono, pero, ante la reacción de los cuerpos de seguridad, lo único que tuvo oportunidad de hacer fue dirigirse a Malala y decir: “Ayuda a México“. Instantes después fue aprehendido.
“Es la primera vez que soy detenido y es la primera vez que me comporto de esta manera. Yo prefiero hacer todo bajo la ley, no soy un revoltoso (…) Lamento si asusté a gente, lamento si ocasioné problemas a alguien, como al personal de seguridad”, dijo.
Pero ¿Qué cree? este payaso, con el perdón de todos los payasos del mundo, al que su mamita salió en la red a defenderlo de “los ataques” de López Dóriga, solicitó asilo político en Noruega y, como era de esperarse, lo mandaron por un tubo con el muy válido argumento de que “lo sentimos señor, con los revoltosos que tenemos nos alcanza, no necesitamos importar”. Así que no dude usted que muy pronto lo tendremos en México dando conferencias y entrevistas para contar su “experiencia en el Premio Nobel 2014”.
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Si usted es de los que piensan que lo han visto todo y al mismo tiempo que la iglesia está estancada en sus arcaicas tradiciones, permítame decirle que está usted rotundamente equivocado ya que el progreso dentro de la iglesia ¡ha llegado!. Verán, un visionario pastor en Alabama, decidió que ya estaba harto de no poder convertir y enseñar la palabra del Señor en un bar donde pudiera ver los partidos de domingo.
Questo, que lotro, ¡salud!

¿Qué hizo? Abrió una iglesia en una sucursal de Buffalo Wild Wings” para que inmediatamente terminados los servicios al Señor, puedan pedirle al señor de la barra unas alitas con sus respectivas frías, obvio.
Si creían que esto era exclusivamente un movimiento egoísta, también  completamente equivocados, pues ya que estén instalados completamente en el bar, piensan invitar a los asistentes del bar a que pasen a la iglesia.
Nada como escuchar que nos vamos a ir todos al infierno mientras comemos unas alitas. ¿Nos regalan un amén, hermanos?
-Oye carnalito ¿nos staría bueno conseguirse una franquicia de este bar?
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Todo parece indicar que en esta época navideña se ha destapado el síndrome de los premios y los reconocimientos internacionales. Ahora es Fidel Castro quién ganó el Premio Confucio de la Paz 2014, conocido como el Premio Nobel chino.
Para no romper el cliché de “made in China”, el Premio Confucio, es un Premio Nobel pirata, surgió después de que el Premio Nobel de la Paz fue otorgado al escritor disidente chino Liu Xiaobo, en 2010.
Los premios son concedidos por el Centro de Estudios Internacionales de China para la Paz cada 9 de diciembre, un día antes de que en Oslo se entregue el Nobel de la Paz, en esta ocasión a Malala Yousafzai y Kailesh Satyarthi.
Snif, snif, yo esperaba un yatecito para ir a pescar

Castro fue seleccionado para el premio porque evitó usar la fuerza en los conflictos internacionales, especialmente en contra de los EE.UU. Además de, supuestamente, realizar importantes contribuciones a la eliminación de las armas nucleares en su retiro de la presidencia en 2008. Sin embargo, en otras partes del mundo, Cuba es criticada por su historial de derechos humanos, cuando Castro era presidente, envió tropas a Angola, Mozambique y Etiopía durante los sangrientos conflictos en esos países.
La ceremonia de entrega se celebró en la Universidad de Pekín, asistieron estudiantes cubanos en representación de Castro, quienes recibieron la estatuilla, un diploma y dinero.
El primer ganador de estos premios fue Lien Chan en 2010, en 2011 lo recibió el presidente ruso Vladímir Putin, en 2012, lo compartieron el exsecretario de Naciones Unidas Kofi Annan y el científico chino Yuan Longping, en 2013 lo ganó el maestro zen Yi Cheng, un líder de budista del país asiático.
Ninguna de las personalidades extranjeras ha ido a recoger estos galardones, y de hecho en el caso de Putin, premiado en 2011, la entrega fue polémica porque dos de las cuatro estudiantes que recibieron la estatuilla en su honor no eran rusas, sino bielorrusas.
¿Quién es su favorito para el 2015?
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Oiga, no se le vaya a olvidar apapachar a la Lupita que tenga cerca a sus afectos porque no se la va a acabar. Yo por mi parte ya lo hice y aprovecho para saludar con afecto y agradecimiento a todas las Lupitas que nos hacen el favor de leernos. Además de celebrarlas recuerde que hoy es be-viernes y por lo tanto el festejo es doble pero eso sí, espere a salir de la chamba, no se adelante porque entonces sí que ya la…



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